Las Paso, con la mirada en la primera vuelta y en el balotaje

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Hoy se define la lista de candidatos que competirán en los comicios presidenciales del 25 de octubre y en un eventual balotaje, el 24 de noviembre. Se podrá optar entre 15 postulantes. Anticipan un escrutinio lento.

r tercera vez y desde las 8, los argentinos acudiremos hoy a las urnas para utilizar las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso) a fin de definir candidaturas nacionales. Esta herramienta debutó en 2011 con la anterior elección presidencial y se aplicó nuevamente en 2013 para las legislativas nacionales.

Los 32.064.323 de ciudadanos que están habilitados a sufragar hoy (más de 900.000 son jóvenes de 16 a 18 años) deberán votar para presidente y vicepresidente de la Nación; legisladores nacionales y diputados del Parlasur, la nueva categoría que se incorpora como novedad en estas elecciones.

La ley que instauró el sistema de las Paso es la 26.571, sancionada en 2009. La aprobó el kirchnerismo luego de la derrota legislativa de ese año con el objetivo de “democratizar la representación política” permitiendo a la ciudadanía definir quiénes serán los candidatos de los partidos en una instancia electoral previa a la definitiva (que este año es el 25 de octubre).

El único requisito que deben cumplir hoy los 11 frentes electorales que participan de esta contienda es alcanzar el 1,5 por ciento de los votos válidos emitidos en todo el país. Si en esta jornada acudiese el 70 por ciento del padrón a votar, la meta a superar son unos 336.000 votos. Quien lo consiga, podrá participar de las elecciones generales del 25 de octubre.

Opciones

De estos 11 frentes electorales, más de la mitad tienen chances (según las últimas encuestas) de pasar el cedazo.

Se trata del oficialista Frente para la Victoria, que postula al gobernador bonaerense Daniel Scioli; de la alianza opositora Cambiemos, integrada por la UCR, el PRO y la Coalición Cívica, que tiene hoy disputa interna entre el senador Ernesto Sanz, el alcalde porteño Mauricio Macri y la diputada Elisa Carrió; del frente Unión por una Nueva Alternativa (UNA), en el que competirán el diputado Sergio Massa y el gobernador cordobés José Manuel de la Sota; del frente Progresistas, integrado por el socialismo, el GEN 
y Libres del Sur, que postula a la diputada Margarita Stolbizer; de la coalición Compromiso Federal, que nomina al senador puntano Adolfo Rodríguez Saá y del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, que tiene pelea interna entre el histórico dirigente del Partido Obrero, Jorge Altamira, y el joven diputado del Partido de los Trabajadores Socialistas, Nicolás del Caño.

Las otras cinco fuerzas no tienen grandes posibilidades de superar el 1,5 por ciento de los votos exigido.

Se trata del frente MST Nueva Izquierda, cuya lista presidencial la encabeza el legislador porteño Alejandro Bodart; el Frente Popular (integrado por partidos de centro-izquierda ligados a la CTA opositora) que postula al diputado Víctor 
De Gennaro; del Movimiento al Socialismo (MAS), que lleva a la joven socióloga Manuela Castiñeira; del Movimiento de Acción Vecinal (un desprendimiento de Recrear, la fuerza que fundara Ricardo López Murphy) que postula al exlegislador cordobés Raúl Albarracín y, por último, del Partido Popular, que lleva como presidente a Mauricio Yattah, un debutante en la política.

Según la ley 26.571, en los casos en los que hay competencia interna (como en los frentes opositores Cambiemos, UNA y FIT), se impone como candidato del partido el precandidato que saca más votos. En los casos de listas legislativas, estas se conforman según las disposiciones de los reglamentos de cada partido o alianza.

Más allá de que haya o no internas “reales”, las Paso son obligatorias y para poder llegar a las elecciones de octubre cada partido o agrupación debe superar entre todas sus listas internas el 1,5 por ciento de los votos totales para esa categoría (si supera ese piso en unas categorías y no en otras, se oficializan las candidatura sólo en aquellas en las que el partido o alianza sacó más del 1,5).

Antecedentes

Las dos anteriores experiencias de Paso dejaron la sensación de que en términos políticos las primarias sirven más que nada como una gran encuesta de opinión pública.

Es decir, funcionan para saber dónde está parado cada espacio político y cuáles son sus chances reales de llegar al poder. A diferencia de 2011, cuando ningún frente decidió dirimir liderazgos internamente, este año habrá discusión en las dos fuerzas de centro más importantes, Cambiemos y UNA, y en el espacio de izquierda más sólido, el FIT.

El oficialismo nacional busca hoy no sólo ratificar que el FPV sigue siendo el espacio más votado sino también sacar una diferencia cercana a los 10 puntos –en lo posible superior– al frente opositor que se transforme en la segunda fuerza con más votos.

Para que se cumpla este plan a la perfección, el candidato de la Casa Rosada, Daniel Scioli, deberá estirar a bastante más de 10 puntos la ventaja sobre 
el candidato opositor más apoyado.

En Cambiemos todos descuentan que Macri derrotará cómodamente a Sanz y a Carrió. En el PRO, aspiran a triunfar 
el 25 de octubre en las elecciones generales o, de mínima, 
a impedir que el oficialismo 
nacional gane en primera 
vuelta. 
 Si hay balotaje el 22 de noviembre, Macri cree que tiene amplias chances de derrotar a Scioli.

En el frente UNA, en tanto, esperan dar una sorpresa. 
Sergio Massa se tiene fe: piensa imponerse hoy sobre De la 
Sota.

Su mirada no está puesta 
en la performance del oficialismo sino en la de Macri y Cambiemos. Si la diferencia entre los dos espacios opositores no es grande, entonces Massa podrá salir a pelear por alcanzar un segundo lugar en octubre 
y entrar a un eventual balotaje. 
De la Sota, en tanto, quiere emular el desempeño que tuvo Martín Lousteau en las elecciones porteñas y convertirse, 
a partir de hoy, en “el tapado” de los comicios nacionales.

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