Desde la Asociación de «Galgueros» del Sur de Córdoba confirmaron irán a la Justicia si se prohíbe la actividad y aseguraron que «debe haber una regulación, pero nunca una prohibición».
Informe Telediario
Proyecto parlamentario
La concejala Viviana Yawny junto a organizaciones ligadas a la defensa de los derechos de animales presentan un proyecto de ordenanza en el que intentan prohibir las carreras de galgos en Río Cuarto. La iniciativa ingresó al parlamento local y genera fuerte polémica.
En los fundamentos, la edil aseguró que «durante las carreras de perros estos son obligados a correr detrás de una liebre artificial, mientas el público se divierte y hace apuestas ilegales».
«Queremos terminar cualquier explotación de animales para la simple satisfacción de los eres humanos”, sostiene Yawny, quien aseguró uqe “el sufrimiento de estos animales no empieza ni termina en las carreras».
«La realidad indica que durante el entrenamiento de los galgos estos son obligados a correr atados a vehículos. Son drogados para superar sus propios niveles de velocidad y cuando dejan de ser útiles por la edad, son descartados por sus dueños como lo atestiguan diversas denuncias recibidas en la ciudad”, argumentó.
Según Yawny, los galgos son explotados y abusados en los canódromos o circuitos de carreras a través del uso de drogas y sustancias tóxicas que alteran el sistema nervioso de estos animales afectándolos de manera permanente.
El proyecto prevé que quienes violen la normativa e intervengan en eventos de esta naturaleza como organizadores, colaboradores y propietarios de los animales, serán sancionados con multas de 1.000 UM y deberán realizar tareas comunitarias por 5 días en el Centro de Reinserción Canina de Río Cuarto.
Los gastos que demanden el tratamiento de los animales rescatados de estas prácticas serán sumados a las multas, sin perjuicio de aplicarles la Ley 14.346 de Protección a los animales contra actos de crueldad y malos tratos”.
«Hay desinformación y prejuicios»
Fabio Oviedo, representante de Galgueros del Sur de Córdoba lanzó críticas ante la iniciativa de la concejala y expresó que “es mentira que se obligue a correr al perro”.
Por su parte, Enrique Díaz, quien desde hace 30 años está ligado a la crianza de perros galgos, sostuvo que «existe mucha desinformación y prejuicios».
«Queremos que se regularice la actividad, nosotros no tenemos nada que ver con las apuestas. El organizador pone premios para incentivar a la gente a participar, pero no hay apuestas», aseguró.
Agregó que «tampoco existe un maltrato al perro» y resaltó: «El galgo tiene la genética para correr y nosotros lo cuidamos con todos los elementos. La información que tienen las protectoras es contraria a la realidad»
Precisó que «hay un trabajo de genética y cuidado del animal que lleva décadas y que se hereda como una tradición familiar».
«Cada animal puede costar hasta 100 mil pesos. Algunos son traidos desde Irlanda, donde la actividad está legalizada y controlada. Nosotros queremos hacer todo bajo regla», expresó.
«Son fundamentalistas»
En diálogo con FM Gospel, Oviedo manifestó que quieren trabajar en conjunto con protectoras y veterinarios para cuidar a los animales.
Sobre los reclamos de las asociaciones, Oviedo señaló que «son fundamentalistas que no admiten discusión».
Además, subrayó que “en Córdoba hay 20 mil personas que se dedican a esto y en Río Cuarto debe haber 500 perros» y resaltó que «entonces deberíamos prohibir el Turf, el Pato y el Polo”.
En Santa Fe, prohibidas
En Santa Fe las carreras de galgos fueron prohibidas tras un proyecto de la diputada provincial Alicia Gutiérrez. La normativa fija multas y hasta un mes de prisión para quienes promuevan esta actividad que involucra una crueldad extrema con los galgos.
Con esta ley, Santa Fe se posiciona como pionera en la protección y reconocimiento de los derechos de los animales al ser la primera provincia en el país en tener una ley contra las carreras de perros, según señaló el diario La Capital de Rosario.
En Buenos Aires ya rige una normativa relacionada con el rubro, pero está orientada al funcionamiento de los canódromos reglamendos, por lo que sólo prohíbe las competencias clandestinas. En cambio, la flamante ley santafesina directamente condena y multa la actividad.
Además de la prohibición de las carreras de canes, cualquiera sea su raza, la ley sancionada fija una multa de hasta 6.500 pesos y hasta 30 días de arresto para sus promotores.