En los países desarrollados, más de la mitad de los adultos tienen una actividad física insuficiente. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para gozar de una buena salud.El sedentarismo se ha convertido en el cuarto factor de riesgo de la mortalidad mundial.
Además, se estima que la falta de actividad física es responsable del “30% de las enfermedades coronarias, 27% de los casos de diabetes y del 21%-25% de los cánceres de mama y de colon”.
Entre las causas, la OMS destaca la falta de actividad física en el tiempo de ocio, el aumento de los comportamientos sedentarios durante las actividades laborales y domésticas o el incremento del uso de los medios de transporte “pasivos” en un mundo urbanizado que desalienta la actividad física.
Sin embargo, la actividad física y el ejercicio están asociados a numerosos beneficios físicos y mentales en hombres y mujeres. Una forma de vida activa aumenta las sensaciones de energía de bienestar, la función cognitiva y está asociada a un menor riesgo de deterioro cognitivo y desarrollo de demencia.
Un estudio de la Universidad de Harvard estima que dedicar tan solo 2 horas y media a la semana de actividad física de intensidad moderada puede reducir en un 14 % el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria.
Fuente Organización Mundial de la Salud