«Mi hijo padece bulimia por sufrir el bullying» Lo dijo Javier Díaz, padre de un chico de 13 años, quien fue víctima de bullying durante 3 años y ahora padece bulimia como consecuencia del acoso escolar. El adolescente fue internado en Córdoba para su recuperación.
«Mi hijo padece bulimia nerviosa por sufrir el bullying» Lo dijo en diálogo con Telediario Javier Díaz, padre de un chico de 13 años, quien fue víctima de bullying durante 3 años y ahora padece bulimia como consecuencia del acoso escolar. El adolescente fue internado en Córdoba para su recuperación tras un largo peregrinar por especialistas y clínicas en la ciudad.
«Mario» -se preserva su nombre real- concurre a un colegio privado de educación católica y aunque fue elegido en numerosas oportunidades como mejor compañero, fue al mismo tiempo víctima de burlas por su condición física.
«Padece bulimia nerviosa por sufrir el bullying. Después de tratamientos ambulatorios, se resolvió internarlo en Córdoba. Acá estamos, luchandola con mi señora y mi otro hijo», señaló conmovido.
Resaltó que «todo comenzó con un grupo de chicos de otro curso que le decían cosas… esas palabras no pudimos volver a decirlas en la familia».
«Fuimos a hablar al colegio y pensábamos que estaba terminado el tema, pero todo siguió. En mayo del año pasado, cuando cursaba el primer año empezaron los síntomas de la enfermedad. Lo pudimos advertir a tiempo. Lo llevamos a psicólogos, nutricionistas, médicos pediatras, psiquiatras… no dio resultado y se lo trasladó a un sanatorio en Córdoba»; enfatizó.
Agregó que en Río Cuarto «no hay especialistas en bulimia para varones y tuvimos dificultades para avanzar».
«En el mismo colegio hay varios casos de bullying pero no llegaron a generar esta enfermedad. Lo más importante que hizo mi hijo fue reconocer lo que le pasaba, publicarlo en Facebook y provocar que otras personas manifestaran lo que les sucedía. Nos dicen que no encuentran respuestas de los colegios y en la mayoría de los casos son privados», indicó.
Agregó que «la bulimia es una enfermedad muy brava, que no se cura el 100 por ciento, puede controlarse, pero también puede volver»
«Me contacté con varias ONG que trabajan con el bulliyng y me tieron tips para trabajar. Necesitamos escuchar a nuestros hijos, porque sufren mucho y enfrentan códigos donde no quieren acusar al compañerito, se tragan la bronca y el camino que emerge puede ser, entre otros, el de la bulimia», lamentó.
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