El juez de control, Daniel Muñoz, aceptó la solicitud. Ahora, el fiscal Jorge Medina debe resolver se hará cargo de la causa.
Siguiendo el mismo camino que el fiscal Javier Di Santo, el fiscal de Instrucción Walter Guzmán también pidió el apartamiento del caso Ale Flores tras los cuestionamientos del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad y el juez de Control Daniel Muñóz aceptó el planteo. Ahora, el fiscal de Cámara Jorge Medina debe resolver quienes se harán cargo de dos causas emblemáticas. Además, se va a requerir una instrucción del fiscal General de la Provincia.
Para el magistrado «es pertinente, a los fines de reencauzar adecuadamente el proceso, decidir la exclusión del fiscal».
«De esta forma se opera la inhibición que él requiere y además se evita el presupuesto de permanencia de las consecuencias del delito que la querella sostiene existente», opinó.
Investigación
El fiscal Julio Rivero había pedido la apertura de una investigación jurisdiccional contra el fiscal Walter Guzmán por su inacción en la investigación del crimen y desaparición del pequeño Alejandro Flores, pese a la orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de reabrir la causa, que había sido clausurada por el fiscal Di Santo al considerar que el delito estaba prescripto.
Rivero solicitó la remisión al juzgado de control de la causa “Funes, Gustavo Javier y Gaumet, Mario Luis p.s.a Homicidio culposo, Encubrimiento por favorecimiento personal” para constatar la inacción de Guzmán en ese expediente y, al igual que en el caso de Di Santo, sostuvo que es el propio juez de control quien deberá resolver el apartamiento del fiscal.
Desde el momento en que llegó a su despacho el requerimiento de investigación, será el juez de control Daniel Muñoz quien tiene a su cargo la investigación de la negligencia y/o encubrimiento de los fiscales Di Santo y Guzmán en dos de las causas impunes más emblemáticas de Río Cuarto. Y también quien debe decidir si, como pidió el Observatorio de Derechos Humanos “para contribuir a consagrar los fines de la investigación y evitar que el delito cometido produzca consecuencias ulteriores”, los fiscales deben ser apartados de la instrucción de las causas Dalmasso y Flores.
De esta manera, a ocho años y medio de cometido el crimen de Nora Dalmasso -y a un año y medio de su irremediable prescripción en caso de que no hubiere avances-, se abre la posibilidad cierta de que un nuevo fiscal examine el voluminoso expediente y elabore una nueva hipótesis en base a las numerosas pruebas –entre ellas el ADN del presunto asesino- para saber quién fue el autor del femicidio de Villa Golf la lluviosa madrugada del 25 de noviembre de 2006.