De la Sota se calificó a sí mismo como uno «de los políticos que más» aprendió de la experiencia, dijo que asumió su primer gobierno en Córdoba «en una situación similar a la que está el país hoy» y recordó que bajó 30% los impuestos, uno de sus constantes slogans.
Los precandidatos presidenciales del frente UNA, José Manuel De la Sota y Sergio Massa, protagonizaron su primer debate de cara a la competencia de las PASO de agosto, en el que mantuvieron algunos cruces por su pasado y las propuestas, en un encuentro que será el primero de varios y que tuvo momentos de áspera discusión.
De la Sota se calificó a sí mismo como uno «de los políticos que más» aprendió de la experiencia, dijo que asumió su primer gobierno en Córdoba «en una situación similar a la que está el país hoy» y recordó que bajó 30% los impuestos, uno de sus constantes slogans.
Con respecto al primer eje temático (Justicia y Transparencia), el tigrense dijo que impulsará en caso de ganar dos códigos nuevos Penal y Procesal «que establezca cadena perpetua para el narco y que tipifique el delito de corrupción», además de terminar con la «discresionalidad de los jueces» a la hora de las excarcelaciones.
Por su parte, el gobernador aseguró que, al igual que como dice haber hecho en Córdoba, será «el presidente sin fueros ni privilegios», publicando «en Internet todos los datos del gobierno» y creando una fuerza policial específica para combatir el narcotráfico.
El nuevo formato del debate que estrenó el canal difiere del tradicional y llevó a que los precandidatos puedan debatir e interrumpirse mucho más que en otras oportunidades, y de hecho se permitieron preguntas mutuas.
Massa comenzó preguntando si su rival estaba de acuerdo con la perpetua para los narcos y violadores, a lo que De la Sota respondió: «Lo de la prisión perpetua suena a veces muy publicitario, tenemos que acorralar al narco y eso implica modificaciones institucionales, además de tener jurados populares».
De la Sota tuvo su contragolpe y le pidió a Massa ejemplos en el tema judicial durante sus gestiones, y respondió: «Creé la primera fiscalía de lucha contra los delitos a la seguridad social en la Anses, y en Tigre impulsé el gobierno electrónico, además de haber planteado como diputado proyectos por la imprescriptibilidad (de los delitos de corrupción) y la extinción del dominio, para que se remate el bien del corrupto».
Allí vino el primer ‘chispazo’, cuando el gobernador dijo que «los esfuerzos municipales (de Massa) no han sido iguales a lo hecho como jefe de Gabinete», aunque el diputado se atajó: «Tuve el coraje de enfrentarme e irme y luego enfrentarlos en las elecciones (al oficialismo). Tenemos la flexibilidad de los hijos de la democracia, podemos defender la AUH como pedir cárcel a los corruptos».
El tigrense allí tuvo su primera acotación en pos de un debate conciliador (luego vendría otra) al ver a un De la Sota en actitud ofensiva: «Los dos peleamos por el voto de la gente, lo más importante es decir por qué cosas peleamos juntos y no caer en la tentación de tirarnos el coche encima».
Sin embargo, luego de que De la Sota asegurara haber recibido premios internacionales y del CIPPEC por transparencia gubernamental, Massa contraatacó: «Yo bajé 80% la inseguridad en Tigre en seis años, mientras que en la provincia de Córdoba subió 10% en el último año».
«Eso no es así, usás los argumentos de (secretario de Seguridad, Sergio) Berni. Tené cuidado que la gente no descubra un Sergio diferente», acotó De la Sota, visiblemente molesto.
Al pasar al tópico de Desarrollo Económico, el gobernador prometió bajar 30% los impuestos nacionales, reducir 90% el impuesto a las Ganancias en los asalariados y dos años «de pacto social» para bajar la inflación, mientras que Massa aseveró que Roberto Lavagna «monitoreó cada una» de sus propuestas y reiteró su propuesta por construir 1,2 millón de viviendas, además de 110 «pequeñas centrales hidroeléctricas en el interior», además de suspender Ganancias a los trabajadores.
Al momento de preguntar, De la Sota le recriminó a su aliado «no haber tenido» el mismo discurso cuando fue jefe de Gabinete del kirchnerismo, pero el diputado se defendió diciendo que en Tigre «eliminó 27 tasas municipales y eximió a 7.000 familias de pagar» impuestos.
«Córdoba, en cambio, pasó de ser la 14 a la 7ma. provincia con mayor presión impositiva», dijo Massa, y también expresó su sorpresa por la propuesta del gobernador de «endeudarse lo que haga falta para bajar los impuestos».
Allí, el tigrense arremetió: «Debemos plantear de verdad una rebaja de impuestos. Te invito a que vayamos juntos a cobrarle al juego y a la renta financiera, a los poderosos», algo que De la Sota solamente asintió.
De la Sota se quejó de que la Anses presuntamente «le debe a Córdoba 10.000 millones de pesos» y que hay «tres juicios en la Corte Suprema» al respecto, mientras que Massa sostuvo que cuando estuvo a cargo del organismo «siempre» cumplió con los pagos a esa provincia.
Massa puso el ojo también en la cartera de créditos del Banco Córdoba, «el cual sólo tiene 13% destinado a hipotecas» y «ningún préstamo a municipios», algo que provocó a De la sota y le dijo que «no está permitido por ley» el ofrecer créditos a las ciudades, y que él tiene una ley de coparticipación «mucho mejor que la de tu gobernador (Daniel Scioli)».
«No caigamos en la chicana y la pelea vulgar», pidió Massa cuando la tensión fue creciendo, y dijo que valoraba «el programa de empleo del gobierno cordobés», pero retomó el énfasis exigiéndole a De la Sota animarse «a ir contra el juego y la renta financiera, diciendo cómo se va a financiar» lo que proponían (fuentes del FR explicaron que en esto Massa aludía al Casino de Córdoba de la empresa Roggio, que está desgravado de impuestos).
Sobre el final, De la Sota concluyó: «Hablemos del futuro, lo que propone Massa es sobre el pasado. Hay que informatizar totalmente al Estado y hacérsela difícil a los corruptos», y aunque destacó las «excelentes intenciones» de su oponente, consideró que tiene «propuestas inconsistentes».
Massa finalizó destacando a su equipo económico, enfatizando una defensa a los subsidios a la clase media y baja y pidió «abandonar las peleas que cargan en la espalda las viejas generaciones».
Ambos candidatos concurrieron acompañados de sus respectivas parejas, de sus asesores de campaña y de su equipo económico, y prometieron fuera de cámara que realizarán cuatro debates más en el interior del país.