La martillera a cargo del proceso de remate del Autódromo admitió que «difícilmente se llegue a esa instancia». Sostuvo que «hasta 5 minutos antes de la subasta se puede suspender si el demandado paga».
«Si pagan la deuda se suspende la subasta del autódromo, yo creo que se va a arreglar» Lo sostuvo en diálogo con TD Digital, la martillera Cristina Borges, quien fue designada por el juzgado Civil de Segunda Nominación para avanzar en el procedimiento de subasta.
Borges resaltó que «la decisión en caso de voluntad de pago de los demandadas la debe tomar la jueza».
Precisó que el predio del autódromo tiene 62 hectáreas con un alto valor económico y la deuda no alcanza los 800 mil pesos, por lo que no se descarta «un arreglo de último momento».
«El autódromo está embargado y se ha solicitado un preventivo de subasta en el Registro de Propiedad. Este es el paso previo para fijar la fecha de remate. Una vez que tenga todos los oficios contestados puedo hacerlo», indicó.
Borges precisó que «en 15 días estaría en condicones de fijar fecha pero si los demandados pagan, el procedimiento se suspende».
«Hemos pasado casos como estos, en los que el juez informa que se ha abonado el dinero 5 minutos antes del remate», resaltó.
Sentencia firme
El Autódromo de Río Cuarto iría a remate por dos juicios contra los responsables del predio, quienes están acusados de librar cheques sin fondo para abonar obras de pavimentación.
Dos sentencias de juzgados civiles avalan el reclamo de una empresa pavimentadora San Ignacio de Loyola, con sede en Villa Mercedes.
El doctor Omar López de Alda, asesor letrado de la firma, confirmó a TD Digital que los fallos quedaron firmes y ya no pueden ser apelados. Agregó que, «de no mediar ningún inconveniente, en agosto se realizaría el remate».
El primer fallo surge del Juzgado Civil de Segunda Nominación, a cargo de la jueza Fernanda Betancourt, quien avanzó por un reclamo de 260 mil pesos. En este caso, se designó a la martillera Cristina Borges para iniciar el proceso de remate.
En la segunda sentencia intervino el juez en lo Civil de Primera Nominación, José Peralta, y el monto en litigio es de 456 mil pesos.
«Ya no hay márgen de apelación, son sentencias firmes. El inmueble del autódromo tiene un valor de mercado que supera ampliamente el monto en discusión por lo que se estima que se cubrirán ambas sentencias», subrayó.
La comisión directiva habría librado los cheques sin fondo para abonarle a la empresa San Ignacio de Loyola de Villa Mercedes las obras de pavimentación realizadas en el 2012. Los trabajos fueron fuertemente cuestionados porque la carpeta comenzó a deteriorarse al poco tiempo y la ciudad perdió la plaza de Turismo Carretera.
Sin embargo, López de Alda señaló que «en este juicio nunca estuvo en discusión la calidad del pavimento ó las condiciones de pavimentación, lo que se debate es el pago con cheques sin fondo»
«Que se termine»
El Jefe de Gabinete Municipal, en conferencia de prensa en conjunto con Gualdoni enfatizó que “tiene que haber lo que sea necesario para que esta disputa se termine”. El predio del autódromo tiene 62 hectáreas con un alto valor económico y la deuda no alcanza los 800 mil pesos.
El Jefe de Gabinete Municipal enfatizó: “El municipio lo que está haciendo es ser una parte más, una parte interesada porque el Autódromo es de todos”
En cuanto al aporte de parte de la Municipalidad para con la entidad agregó: “Puede haberlo o no, tiene que haber lo que sea necesario para que esta disputa se termine. Tenemos que ver como hacer para que se termine este conflicto”
Por su parte, Jorge Gualdoni, Presidente del Autódromo Parque Ciudad de Río Cuarto, dijo: “Esta deuda surge de una diferencia de un pavimento hecho en 2012 en la visita del Turismo Carretera”. “Ese trabajo falló, falló desde que salieron los autos a girar”.
En cuanto a los cheques sin fondo, el presidente del Autódromo explicó: “El pavimento quedó totalmente roto. La empresa que estuvo haciendo las obras al día siguiente de la carrera retiró sus máquinas y nosotros habíamos puesto unos cheques a disposición de la empresa para la compra de un material, y al ver que se retiraron las máquinas y no tener más diálogo con la empresa; se decidió no pagar los cheques”.