El árbitro del polémico Superclásico habló por primera vez sobre los incidentes y aseguró que «todo lo que se vivió fue anormal». «Si los jugadores de River se recuperaban, la idea era continuar el partido. Pero lo primero es siempre la integridad física de ellos», dijo.
Tres días después de la suspensión del polémico encuentro entre Boca y River por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, el árbitro del Darío Herrera se refirió al bochorno que se armó y la decisión que tomó junto a la Conmebol.
«Todo lo que se vivió en la cancha fue anormal. Todos estábamos esperando que los jugadores de River se recuperaran. Si mejoraban, mi idea era que el partido continuara. Pero lo primero siempre es la integridad física de ellos», afirmó.
Además, contó cómo lo vivió él desde adentro: “Vimos que sucedía algo en la manga del equipo visitante y Ceballos, el cuarto árbitro, se acercó. Empezamos a comunicarnos y nos informaron que les habían tirado un gas. Lo más importante era que se pudieran recuperar. Y después ver si se podía continuar. No sabíamos qué les habían tirado”.
«Siempre sentí que los futbolistas de Boca eran solidarios con los de River. A mi no me apuraron para que se jugará”, señaló en Radio La Red. Y siguió: “Todos somos un poco responsables. Era un gran espectáculo y hubo que terminarlo así, estas cosas le hacen mal al país. Esperemos que no se repita”.
“En cuanto a la demora de los jugadores para salir del campo de juego tras la suspensión, dijo. “Yo no podía pedirles que salieran de la cancha si no había seguridad. Nos dijeron que estaban despejando la zona. No sé si fue mucho o poco el tiempo de espera, pero lo más importante es que los jugadores llegaron bien al vestuario”.