Lo dijo Lucas, hermano de Rubén Cabral, el remisero ultimado a balazos en barrio Alberdi. Hoy comienza el juicio con jurados populares. Familiares y remiseros marcharon anoche.
«Necesitamos Justicia para todos, para los que trabajan toda la noche para llevarle el pan a sus hijos» Lo dijo la madre de Rubén Cabral, el remisero que fue ultimado a balazos el pasado 14 de septiembre de 2013, en el interior de su auto. El hecho fue calificado de homicidio en ocasión de robo por el fiscal Fernando Moine y hoy comienza el juicio con jurados populares en la Cámara del Crimen.
Familiares, acompañados por medio centenar de remiseros, marcharon en la tarde del lunes desde el Centro Cívico a Tribunales para exigir Justicia y reclamar el cumplimiento de promesas que mejorarían la seguridad de los trabajadores del volante.
La madre y los hermanos de Cabral señalaron que confían en el accionar judicial, aunque pidieron que “haya pena de cárcel para todos los autores”.
Lucas, hermano del remisero fallecido, sostuvo que «todo este tiempo ha sido muy duro»
«Debimos aguantar todo lo que pasó, que liberaran a uno de los detenidos… Es muy difícil. Esperamos que paguen por lo que hicieron. Todos han sido responsables y lo que hicieron no tiene palabras para justificarlo», enfatizó.
El joven resaltó que «Rubén dejó muchos recuerdos para nosotros y para los compañeros»
«Era casi un padre para mi. Hoy pasan cosas horribles y nos tocó a nosotros. Pedimos Justicia y seguiremos adelante como se pueda», enfatizó entre lágrimas.
El caso
Por el hecho están imputados Jonathan Ezequiel Busnelli (22) y Micaias Miatello (21). Un tercer implicado pidió la probation.
El hecho ocurrió el 14 de septiembre de 2013, cuando los acusados tomaron el remis de la firma Ya desde el boliche “Roxbury” (en la zona de la rotonda Seminario) hasta la calle Manuelita Rosas al 1450 de barrio Alberdi, donde el chofer recibió dos balazos letales.
Para el fiscal Moine, los imputados le apuntaron a Cabral con un revólver calibre 32 le sacaron la llave del auto y la ticketera. En medio del asalto, el remisero se habría resistido y Busnelli le habría efectuado dos disparos en el cráneo. Después del vuelco de los acontecimientos, los atacantes se dieron a la fuga de inmediato.
Los autores fueron rápidamente identificados porque en el interior del auto se halló una billetera con documentación a nombre de Busnelli y una mochila en cuyo interior se hallaron una notebook, una tablet y varias conexiones que se utilizan para pasar música en locales bailables. Esas pertenencias serían de Busnelli, quien trabaja como disc jockey.
Por el hecho también está involucrado Jonathan Nahuel Abraham quien habría ayudado a los imputados a ocultar el arma de fuego y la llave del remís.