En Plaza Roca, concluyó la campaña por el desarme

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En total, se entregaron 342 armas durante la semana de concientización. Hubo acciones en espacios públicos, organizaciones barriales y escuelas. Participaron artistas de la ciudad y otros lugares del país.

CIRCO PLAZA

 

 

Qué es el plan de desarme

El Gobierno Nacional puso en marcha el “Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego”, con el fin de reducir el circulante de armas en manos de civiles a partir de la recolección de armas de forma VOLUNTARIA Y ANÓNIMA a cambio de un incentivo económico.
Este programa de alcance nacional forma parte de una política integral de control y prevención de la violencia armada, que incluye medidas de control del mercado legal y medidas de persecución del mercado ilegal de las armas de fuego.

El plan tiene como objetivos:

  • La disminución del uso y proliferación de armas de fuego y municiones.
  • La reducción de accidentes y hechos de violencia ocasionados por el acceso y uso de armas de fuego.
  • La sensibilización acerca de los riesgos de la tenencia y uso de armas.
  • La promoción de una cultura de no violencia y resolución pacífica de conflictos que desaliente la tenencia y uso de armas de fuego.

El plan se realiza en el marco de la declaración de la Emergencia Nacional en Materia de Tenencia, Fabricación, Importación, Exportación, Transporte, Depósito, Almacenamiento, Tránsito Internacional, Registración, Donación, Comodato y Compraventa de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y demás materiales controlados, registrados o no, a través de la ley 26.644 que fue aprobada por unanimidad en ambas cámaras y posibilita la aplicación del Programa durante el término de dos años.
La Ley 26.216 fue la que posibilitó la primera etapa del Programa de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. La misma fue sancionada en Diciembre de 2006 y promulgada en 2007, gracias a ella se logró sacar de circulación de 107.761 armas de fuego y 774.679 municiones en todo el país.

¿POR QUÉ HACER UN PROGRAMA DE ENTREGA VOLUNTARIA DE ARMAS?

Porque en Argentina, como en muchos otros lugares del mundo, las armas de fuego aumentan los índices de violencia dentro de la sociedad. La proliferación de armas en manos de civiles tiene como consecuencia un aumento del número de muertos por accidentes, suicidios y/o homicidios. También incrementa el riesgo de morir o resultar herido en una situación de delito o bien, que las situaciones de conflictos interpersonales sean resueltas de manera violenta.

Algunos datos que refuerzan estas situaciones son:

  • El 64% de los homicidios dolosos en Argentina no se da en ocasión de robo ni delito (1).
  • En el 54% de los homicidios se utiliza un arma de fuego (1).
  • El 27,2% de los homicidios, accidentes o suicidios ocasionados con armas de fuego ocurren en la vivienda. (ENCUESTA NACIONAL DE FACTORES DE RIESGO, ARGENTINA 2005 (INFORME DE RESULTADOS) (2).
  • En Argentina, entre 1997 y 2007 han muerto 9 personas por día (36.374 muertos), de las cuales el 39% representan muertes por violencia familiar, discusiones o peleas, el 28,8% representan suicidios y el 25% son muertes en ocasión de delito. Es decir, solamente 1 de cada 4 hechos ha sido una muerte producida en ocasión de un delito, siendo en cambio, la mayoría, muertes autoinflingidas o producto de relaciones interpersonales violentas. (Muertes por Causas Externas de la Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, Informe sobre la Base de Muertes por Armas de Fuego, año 2008) (1).

¿POR QUÉ SACAR ARMAS DE CIRCULACIÓN CONTRIBUYE A LA PAZ SOCIAL?

Entregar el arma para que la misma sea destruida contribuirá en la construcción de una sociedad más pacífica. Un arma menos en circulación es un arma menos que puede ser disparada.
Además, la reducción de la cantidad de armas en manos de civiles ayudará a la reducción de la cantidad de armas ilegales, puesto que una de las vías de provisión del mercado negro de armas es, justamente, el robo y hurto de armas en casas particulares que detentan legítimos usuarios.
El control de los stock de las fuerzas de seguridad y militares y la reducción de excedentes de sus arsenales tiene el mismo fin y contribuye también a disminuir la disponibilidad de armas al alcance de la delincuencia común y del crimen organizado. El aumento de los índices de criminalidad y violencia que sufrimos en nuestro país en los últimos años estuvo asociado directamente con la proliferación de armas de fuego.
Un programa de entrega voluntaria de armas no basta para reducir los índices de delito. Debe estar acompañado al mismo tiempo por políticas integrales de seguridad que desalienten a la ciudadanía a adquirir armas para su propia protección.

  • El Programa de Entrega Voluntaria de armas recolectó 107.761 armas de fuego y 774.679 municiones. Las piezas fueron recibidas entre julio de 2007 y diciembre de 2009 y representan aproximadamente el 10% de las armas registradas en el país.

¿POR QUÉ SACAR ARMAS DE CIRCULACIÓN CONTRIBUYE AL DESARROLLO SOCIAL?

La violencia armada afecta a la salud y economía de nuestros países. La violencia constituye hoy un problema sanitario de creciente importancia. Estudios realizados por el Banco Interamericano de Desarrollo en Latinoamérica indican que cada habitante de esta región pierde anualmente casi tres días de vida saludable por causa de la violencia; y que la importancia de la discapacidad es casi tan alta como la de los homicidios.
La disminución de la cantidad de armas y su fácil acceso son una herramienta preventiva de la violencia social, aumentan la calidad de vida de la población, reducen la sensación de inseguridad y favorecen la incorporación de mecanismos de resolución no violenta de conflictos. Las armas de fuego no son solo causa de muertes sino también de un sinnúmero de heridos, provocando discapacidades que retiran a una gran parte de la población joven en edad productiva del sistema, lo cual impacta negativamente, no sólo en lo personal, sino en la vida familiar y en el desarrollo de las naciones.
Si se toma en cuenta la dimensión económica del problema, la violencia armada produce no sólo un descenso de la actividad económica, sino también gastos de los recursos gubernamentales (tanto económicos como humanos) y daños en la estructura social.

¿POR QUÉ TENER UN ARMA DE FUEGO EN CASA ES UN RIESGO?

Porque contrario a los argumentos que fundamentan la posesión de armas como forma de protección, las armas no brindan protección por el simple hecho de que han sido creadas como un instrumento de agresión. Las armas en el hogar aumentan la posibilidad de accidentes, heridos y muertos. Una persona que tiene un arma en su hogar tiene que estar preparado, psíquica y físicamente, para disparar antes de ser atacado. Las armas de fuego constituyen un riesgo para la vida de todo el grupo familiar.
Las armas impactan doblemente: sobre la vida y sobre la calidad de vida para quienes han sido baleados, traumatizados, intimidados, asaltados y violadas a punta de un arma de fuego.
Las armas de fuego no distinguen entre quienes la portan y aquellos hacia los cuales va dirigida la agresión, como tampoco distinguen edad, o ciudadanos “honrados” de delincuentes. Las armas tienen el potencial de terminar con la vida.

¿QUÉ ARMAS SE PRETENDE SACAR DE CIRCULACIÓN?

Un plan de entrega voluntaria de armas busca sacar la mayor cantidad de armas de fuego en circulación, sean estas legales o ilegales, o irregulares. Las armas de fuego, independientemente de su status, producen muertes, heridos o son utilizados como instrumento de amenaza o agresión.
La mayoría de las armas que son ilegales fueron legales en algún momento, pero han terminado en el mercado ilegal por distintos mecanismos, uno de ellos muy extendido es el robo de armas en casas o a legítimos usuarios o el desvío de armas de los arsenales de las fuerzas de seguridad. Teniendo en cuenta su origen, la distinción entre armas legales e ilegales resulta artificiosa.
También existen las armas en situación de irregularidad, que no se encuentran debidamente registradas, por tanto están fuera del control estatal. Estas armas pueden haber sido heredadas, o quedan en el hogar luego su propietario fallece, o bien, no se iniciaron los trámites de registro en su momento.
El plan de desarme voluntario pretende sensibilizar a aquellos que perciben que el arma es un peligro potencial, ya sea porque no están preparados para usarlas, porque hay niños en la casa, porque hay antecedentes de violencia en algún miembro del grupo familiar, etc.

¿QUIÉNES SON FAVORABLES AL DESARME?

Las mujeres constituyen el sector más favorable a este tipo de planes. Las mujeres son minoría entre los usuarios o tenedores de armas, y a la vez, son potenciales víctimas de situaciones en donde el arma es usada para amenazar o agredir. Las mujeres son además quienes sufren con dolor la pérdida de sus hijos, hermanos, esposos y padres, siendo que los hombres son las principales víctimas de armas de fuego. La muerte o incapacidad de los hombres produce un alto impacto en las familias, que ven reducidos los ingresos del hogar y las posibilidades de crecimiento y movilidad social.
Además, y por su carácter natural de madres, son las que más percepción tienen del valor de las vidas que terminan siendo segadas por el uso letal de las armas de fuego.

¿POR QUÉ LOS JÓVENES SON LAS PRINCIPALES VÍCTIMAS?

Las estadísticas señalan que en Argentina los sectores más afectados por la violencia armada son especialmente jóvenes, varones y pobres. La falta de políticas de inclusión y contención para los jóvenes afectados por la marginalidad y la desigualdad constituyen una de las principales causas de incursión en actividades delictivas o comportamientos antisociales por parte de este grupo etario. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, en el año 2004 la mayoría de las defunciones se produjeron entre los hombres jóvenes de bajos recursos que residen en los centros urbanos más importantes del país (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza).

  • Entre 1990 y 2008 en Argentina, el grupo de edad que concentró la mayor cantidad de muertes por armas de fuego fue el de 20 a 29 años, con 15.462 muertes. La mayor cantidad de muertes ocurrió siempre en varones. Entre 1990 y 2008 se registraron 50.861 defunciones en varones; que corresponde al 85,7% del total de las muertes por armas de fuego (Maestría en Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud. Universidad Nacional de Lanús).
  • La probabilidad de que un joven latinoamericano sea muerto x un arma de fuego es 84 veces mayor a la de un europeo (tasa 34.1 cada 100 mil hab.); 115 veces mayor a la de un húngaro, griego, ingles, austríaco, japonés irlandés (Sistema de Información Estadística de la Organización Mundial de la Salud, 2002-2006. OMS – WHOSIS).
  • América Latina con el 14% de la población mundial presenta el 42% de los homicidios con armas de fuego a nivel mundial por año (CLAVE).

¿POR QUÉ ES NECESARIO EDUCAR PARA REDUCIR LA VIOLENCIA ARMADA?

Porque las armas son parte constitutiva de la dinámica de la violencia en nuestras sociedades. La presencia, propagación y circulación de armas en manos de civiles se valida en concepciones socialmente arraigadas que privilegian el ejercicio de la fuerza y la agresión como forma de conseguir seguridad, contrarrestar las amenazas y/o mantener el orden. Justificado por la inseguridad provocada por la delincuencia se adquiere un arma, pero el arma misma representa un factor de amenaza de violencia para otros. Puede suceder que una persona armada puede defenderse de sufrir una agresión de un delincuente. Pero también, puede usar su arma para agredir a otros, argumentando su propia defensa, aunque solo esté en juego su honor, su imagen, y no su propia vida. La violencia social armada pone en peligro las libertades y los derechos de las personas, y se retroalimenta, dando lugar a comunidades temerosas y, al mismo tiempo, reaccionarias.
Por eso, es necesario un cambio cultural que tienda a garantizar a todos los ciudadanos posibilidades ciertas de crecimiento en contextos de libertad, desarrollo y paz social. En este sentido, la educación de nuestros hijos y la provisión de habilidades para mediar sus conflictos de manera no violenta se vuelve fundamental. La presencia de un arma en el hogar, tanto como los comportamientos agresivos o violentos, no contribuyen a lograr este objetivo. Al mismo tiempo, los espacios institucionales como la escuela u otras instituciones son ámbitos apropiados para inculcar valores por la paz. El desarrollo de programas alternativos como los canjes de juguetes bélicos, también pueden ayudar a crear conciencia en los niños al respecto.

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