La primera dama y senadora reconoció que “reaccionó mal”, pero acusó a la oposición por la situación.
Beatriz Rojkés de Alperovich, tras insultar a uno de los damnificados por las inundaciones, intentó pedir disculpas pero terminó acusando a la oposición “mandar gente a molestar”.
“La verdad es que reaccionado absolutamente mal. Es la mezcla del dolor, la impotencia de no poder llevar todas las soluciones que me hizo perder la calma cuando yo absolutamente acostumbrada a recorrer la provincia y que manden gente a molestar. Esto, lamentablemente con el tipo de oposición que tenemos en Tucumán, es muy frecuente y hasta ahora lo pude hacer bien, pero esta vez lo hice muy mal”, dijo en diálogo con radio América.
La Senadora siguió intentando justificar la reacción y detalló: “Vengo pasando unos días de mucha tensión. Pienso que la pasión me pudo totalmente”.
“Fue una actitud primitiva de una persona que está al borde del cansancio físico y psíquico. Una cosa es verlo desde afuera y otra ver cómo ayudamos a la gente. Pero no tengo justificativos”, concluyó.
Situación
El sábado mientras los vecinos de Tucumán intentan volver a sus hogares y rearmar sus vidas, tras las inundaciones ocurridas hace 10 días, la esposa del gobernador y senadora de la Nación, Beatriz Rojkés de Alperovich, tildó de “pedazo de animal” y “vago de miércoles” a un damnificado que le reclamaba por la falta de obras del Estado para evitar los daños del agua.
Rojkés recorría la localidad de El Molino, en el sur oeste de Tucumán, y una de las más damnificadas por las inundaciones y un vecino la increpó antes de que se retirara del lugar.
“¡Por qué te haces el machito!” fue la primera frase de quien fuera la tercera en la línea de sucesión presidencial y luego el cruce prosiguió.
“Usted tiene una casa, una mansión allá…” le dijo el hombre y la Senadora, en lugar de calmar la situación redobló la apuesta: “Yo tengo 10 mansiones, no una y estoy acá. Yo puedo estar en mi mansión ahora y estoy acá, pedazo de animal”.
Luego, mientras se retiraba, la esposa de Alperovich espetó: “Vago de miércoles”.
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