El regreso de carrozas carnavaleras fue el primer paso de un proyecto que busca desarrollar el sector desde el aporte artístico, en un contexto de casonas que rodean el cantero central.
La estación del Andino fue construida por la Empresa Ferrocarril Nacional entre 1873 y 1875. Con un perfil arquitectónico inglés, el edificio ostentó la luminosidad de tiempos de cambios febriles.
Con la estación, se generó el Boulevard Roca, portal de acceso desde el principal medio de transporte hacia el centro de la ciudad.
De 1889 data la primera Ordenanza reguladora de la edificación del boulevard. En 1920, el nexo vial comenzó a poblarse y a genera su impronta comercial. Hoteles, fondas, restaurantes, cafés, despachos de bebidas, tiendas, almacenes, casa de fotografías, sombrererías, todas formaron parte del boulevard.
El Boulevard fue también epicentro de múltiples cambios. El 21 de septiembre de 1956, “El Pueblo” confirmaba que el lugar se había quedado sin palmeras y el 18 de octubre de 1959 fue emplazado el Monumento a la Madre, obra del escultor Líbero Pierini.
El boulevard tuvo su brillo cinematográfico con el Gran Cine Roca, que la empresa Angeloni estrenó en 1949 y el lugar fue durante décadas de los corsos de Carnaval, donde se convocaron a miles de personas.
Durante la gestión de Alberto Cantero se realizó la última intervención estructural con las modificaciones del paseo central.
Un grupo de comerciantes intenta revalorizar el tradicional paseo de la ciudad, recuperando su identidad histórica. El objetivo es reconstruir sus valores culturales con diferentes eventos.
El regreso de carrozas carnavaleras fue el primer paso de un proyecto que busca desarrollar el sector desde el aporte artístico, en un contexto de casonas que rodean el cantero central.