El fiscal Raúl Garzón imputó a 18 por desobediencia a la autoridad e instigación al delito y a otros 40 por mal desempeño. Los desmanes se cometieron mientras los uniformados estaban de huelga.
El fiscal Raúl Garzón pidió la elevación a juicio de 58 policías por los violentos saqueos registrados durante la huelga de la fuerza a comienzos de diciembre de 2013.
Los primeros 18 de ellos fueron imputados de los supuestos delitos de «desobediencia a la autoridad» e «instigación al delito», en tanto el resto deberá responder por los delitos de «incumplimiento de deber de funcionario público» y «aplicación indebida de caudales públicos».