Laura es madre de 4 hijos. Dos de ellos, de 18 y 17 años, son adictos a las drogas y el alcohol. Está sola y su ex marido también padece adicciones. Pidió ayuda en la Justicia, la SENAF y organismos estatales pero no encuentra una salida.
Laura Rivero lanzó un reclamo desesperado para intentar lograr la asistencia de dos de sus hijos, de 18 y 17 años, quienes son adictos a las drogas y el alcohol. Desde hace años es el único sustento de su familia y su ex marido también padece adicciones. En diálogo con Telediario, la mujer confirmó que pidió ayuda en la Justicia, la SENAF y organismos estatales pero no encuentra una salida.
«Tengo un hijo de 18 años que es adicto a las drogas y otro de 17 que es alcohólico y no viene a dormir a casa. Se pierde por su adicción y nadie me escucha», advirtió.
Laura precisó que es mamá de una niña con discapacidad neurológica, quien necesita de una contención permanente, y cuando debió internarla en Terapia Intensiva del Hospital se agravó la situación de sus hijos adolescentes.
«Me cansé de golpear puertas. Fui a Tribunales, al SENAF, un montón de lados y nadie podía hacer nada porque no estaban judicializados. Mi hijo adicto a las drogas estuvo 15 días internado en Nazareth pero se escapó. Nadie hizo nada porque no hay plata de por medio», enfatizó.
Añadió que pidió en el Juzgado de Menores «para que lo obliguen a hacer un tratamiento pero como no se había mandado una macana grande para judicializarlo, no se podía hacer nada».
«Me decían que actuara yo como mamá. ¿Y como hacía? ¿Lo golpeaba y lo llevaba a la rastra? Mi hijo asume que tiene un problema, yo también lo comprendo, pero no puedo sola», enfatió.
Laura resaltó que «es necesaria una internación con un tratamiento psicológico que lo haga concientizar»
«Nosotros estamos solos. Acá no hay papá. No pasa mantención, nada. Se junta con los hijos para tomar porque también es alcohólico. Todo esto es demasiado para un solo cuerpo…. Es mucho. Trabajo en casa de familia y no puedo más», subrayó.
Resaltó que «la sociedad necesita que se abran las puertas para que las mamás encontremos respuestas».
«Nosotras no sabemos a donde ir, ni que hacer. Si no hay plata de por medio te dan vueltas y queda todo en la nada. Seguis remando con tu hijo adicto que está todo el día drogado ó con el hijo alcohólico, mientras los infelices que venden droga y alcohol siguen con lo suyo. No se cómo hacer, a donde ir. Es una impotencia terrible», aseveró.
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