El ministro de Salud de la Nación junto a sus pares de todas las provincias, coincidieron en la necesidad de intensificar los esfuerzos de prevención para evitar la aparición de nuevos casos de dengue y la irrupción de la fiebre chikunguña.
Los funcionarios nacionales consideran variables tales como la permanencia de temperaturas muy elevadas en gran parte del país, las intensas lluvias que derivaron en graves inundaciones en cinco provincias y la proximidad de dos fines de semana largos, un escenario que hace presumir un importante movimiento de personas hacia diferentes destinos turísticos del norte y de países limítrofes, lo que puede aumentar las probabilidades de dispersión de estas dos enfermedades.
A esta conclusión arribaron los funcionarios tras deliberar en la primera reunión del año del Consejo Federal de Salud (COFESA), que sesionó hoy en Santiago del Estero.
«No vamos a bajar los brazos ni un minuto hasta la llegada del invierno, vamos a trabajar las 24 horas articulando los esfuerzos con todas las provincias porque estas enfermedades llegaron para quedarse», dijo Gollan.
Tras escuchar un pormenorizado informe técnico sobre la presencia del dengue y la fiebre chikunguña en la región, el ministro de Salud volvió a pedir el compromiso comunitario para evitar la reproducción del mosquito que transmite ambas patologías, el Aedes Aegypti. Y ratificó que «desde el Gobierno nacional seguiremos volcando recursos preventivos en todas las jurisdicciones, para sostener la tarea de darle batalla permanente a este tipo de enfermedades».