La pena máxima por vandalismo en Singapur es de tres años de cárcel o una multa de 1.300 euros; y entre tres y ocho azotes con una vara de madera.
Dos jóvenes fueron castigados a pena de cárcel y azotes por pintar un tren en Singapur.
El pasado 8 de noviembre, Elton Hinz y Andreas Von Knorre, de 21 y 22 años respectivamente, accedieron a instalaciones de la compañía que opera los ferrocarriles y pintaron un vagón con aerosoles. Ambos huyeron del país, pero la policía de Malasia los encontró y los extraditó para hacer frente al juicio.
La pena máxima por vandalismo en ese país del sudeste asiático es de tres años de cárcel o una multa de 1.300 euros; y entre tres y ocho azotes con una vara de madera.
Organizaciones de derechos humanos suelen denunciar el uso de los castigos corporales en Singapur, que se aplican a varones de entre 18 y 50 años que cometieron algún delito.