Auschwitz es un grito de dolor que pide un futuro de respeto, paz y encuentro entre los pueblos», publicó el Sumo Pontífice en su cuenta de la red social Twitter.
El Papa recordó así a las víctimas de uno de los centros de exterminio más importantes del Holocausto nazi, donde fueron asesinadas más de un millón de personas.
Según informes del Museo del Holocausto (Shoá, para los hebreos) de Washington, en Auschwitz murieron 960.000 judíos, 74.000 polacos, 21.000 gitanos, 15.000 prisioneros soviéticos y entre 10.000 y 15.000 miembros de otras nacionalidades.
Entre las víctimas había también políticos de izquierda, homosexuales y discapacitados.
Antes de retirarse de Auschwitz, los nazis destruyeron los archivos y se llevaron a unos 60.000 prisioneros que fueron luego exterminados.
En Auschwitz había cuatro crematorios con cámaras de gas, donde podían ser ingresados hasta 2.500 prisioneros que eran conducidos hasta allí con el pretexto de recibir un tratamiento desinfectante.
Una vez que estaban en las cámaras, se cerraban las puertas y el gas empezaba a salir a través de las duchas. Los nazis utilizaban un potente insecticida llamado Zyklon B.