Trapitos y dirigentes de la CTA ocuparon durante una hora el Palacio de Mójica. El intendente Jure los recibió al mediodía y habrá una nueva instancia de diálogo desde el lunes.
En medio de la sorpresa de empleados municipales y funcionarios, una veintena de trapitos y dirigentes de la CTA realizaron «la toma» del hall del Palacio de Mójica en reclamo por «los incumplimientos del municipio». La medida se extendió durante una hora y al mediodía, liberaron el cerco tras ser recibidos por el intendente Juan Jure.
Hubo una nueva promesa del municipio de reestablecer el diálogo y cumplir con las promesas efectuadas un mes atrás.
El mandatario afirmó ayer en declaraciones a Telediario que «de acuerdo a lo planificado, se han demorado los tiempos en relación a lo que el municipio debía generar sobre las herramientas de trabajo”
Los afectados anunciaron “el fin de la tregua” en una conferencia junto a dirigentes de la CTA y decidieron lavar autos en el mismo espacio donde se desarrolla una feria de artesanos y ambulantes.
“La problemática del trabajo en las calles es difícil. Hemos trabajado con los vendedores ambulantes y el CECIS y hemos intentado un reordenamiento distinto para fin de año”, aseguró Jure.
El intendente señaló en diálogo con Telediario que “el objetivo es que no se atente contra las posibilidades de quienes mantienen con mucho esfuerzo sus comercios”.
Añadió que “el criterio que se ha utilizado y se va a utilizar es liberar la vía pública pero entendiendo la situación del trabajo”.
Jure resaltó que “se seguirá trabajando para encontrar una solución con los trapitos, entendiendo que no es la actividad que van a realizar pero sin olvidar que muchas familias se sostienen con este trabajo informal”.
“Se está buscando la solución, se han demorado algunos tiempos pero le vamos a encontrar la vuelta”, afirmó.
Por su parte, Federico Giuliani, secretario general de la CTA, manifestó que “se rompió la tregua con el municipio porque se vencieron todos los plazos y ellos no cumplieron con el acuerdo”
“Ante el malestar y el hartazgo de los compañeros, los trabajadores volvieron a ocupar el espacio público. El municipio rompió códigos desde lo político y lo humano. Dijeron que iban a prohibir el espacio público y hay una feria de los ambulantes. Faltó voluntad”, aseveró.
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