El melón es uno de los frutos de mayor tamaño. Cuando alcanza su madurez, es posible saborear su exquisito y refrescante sabor dulce.
Su interior es jugoso y dulce, de color amarillento o rojizo. Contiene gran proporción de agua, hidratos de carbono, vitamina C, ácido fólico y una buena cantidad de potasio. Es rico en vitaminas A y C. Una ración de 100 gramos proporciona más de la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina C, que tiene acción antioxidante, al igual que el betacaroteno o provitamina A (contiene tres microgramos), lo que la convierte en una fruta cuyo consumo contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y degenerativas, así como algunos tipos de cáncer.
El melón es una fruta de la que se puede disfrutar casi todo el año, es un hidratante ideal, con la ventaja de su bajo aporte calórico (52 cal./100 g). Es excelente depurativo y rehidratante. Tiene un alto contenido de agua, y debido a su proporción de celulosa y fibra es un buen aliado contra el estreñimiento. También es diurético y ayuda a neutralizar la acidez, ya que funciona como un desintoxicante natural.
Entre los minerales que aporta en mayor cantidad están el potasio (320 mg), el magnesio (11 mg) y el calcio (15 mg). Es por eso que brinda una importante acción mineralizante.
Fuente Nutirionista Graciela R. Ravazzani