Cantinas escolares saludables

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Alimentarse sano y rico en los quioscos y cantinas escolares es clave para disminuir la probabilidad de tener enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad, la diabetes o la hipertensión, entre otras.
Como parte del Programa de Promoción de Alimentación Escolar Saludable del Ministerio de Salud, el 21 de octubre se realizó el segundo encuentro que reunió a directores de escuelas, docentes y responsables de quioscos y cantinas escolares que desde septiembre de 2013 comenzaron a transitar las etapas necesarias para la reconversión de sus locales en saludables.
El objetivo de la jornada fue mejorar la oferta, sugerir preparaciones, meriendas o colaciones variadas, sanas e inocuas a toda la comunidad. El evento se hizo en el salón de actos del Consejo Médico de Córdoba y asistieron más de 250 kiosqueros de la ciudad.

Antecedente
Una de las metas de la 57º Asamblea Mundial de la Salud que se realizó hace diez años en Ginebra es facilitar la disponibilidad de alimentos saludables para alentar regímenes beneficiosos para el organismo y promover la práctica de la comercialización responsable, disminuyendo el impacto de una dieta rica en grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcares libres o sal.

Pequeñas y nutritivas
Las meriendas saludables son pequeñas porciones de alimentos que pueden consumirse a media mañana o a media tarde, entre las comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena.
Estas colaciones contienen entre el 10 y el 15 por ciento del valor calórico total de los alimentos ingeridos en el día, lo que se traduce en unas 150 a 350 calorías. “Son importantes porque regulan los niveles de azúcar en sangre y brindan sensación de bienestar, mejoran el estado anímico, y contribuyen a un mejor rendimiento en las actividades escolares”, explica la licenciada en Nutrición Alicia Mombrú, coordinadora del Programa de Alimentación Saludable del Ministerio de Salud de la Provincia. “Además, aportan poca cantidad de grasas saturadas, no tienen grasas trans y aportan micronutrientes como vitaminas, minerales, agua y fibra”, añade.
“De lo que se trata es de brindar un mayor porcentaje de alimentos saludables en relación con la oferta de otros alimentos que tienen alto contenido de azúcares simples, grasas saturadas, trans y sodio”, agrega Romina Sosa, licenciada en Nutrición del Programa de Alimentación Saludable.
La clave es ofrecer a los niños y adolescentes alimentos que les gusten, que sean atractivos, sabrosos y con calidad nutricional. “Por ejemplo, a las frutas se les puede agregar algún dibujito o sticker que llame la atención o idear alimentos caseros saludables para vender en la escuela, como pastafrolas, galletas o tarteletitas dulces chiquitas. De esa manera, es más fácil que el niño vaya eligiendo estos alimentos”, señala Sosa.
Las colaciones permiten además que el niño no pase tantas horas sin comer, que mantengan el nivel de azúcar en el cerebro para que estén atentos en las clases, y tengan mayor rendimiento en las actividades escolares. También ayudan a optimizar el estado de ánimo y que estén activos.

Opciones saludables
Una merienda saludable pueda constar de un sándwich de pan con semillas, queso y tomate, o de pan integral con queso, lechuga y pepino o de plan blanco con huevo duro, tomate y lechuga. Otra opción es agregarles fetas de carne magra, zanahorias, aceitunas y jamón sin grasa. También es ideal el consumo de frutas enteras, o ensaladas de frutas o pinchos de frutas, además de bolsitas de verduras como tomates, frutas picadas con cereales no azucarados, gelatina con frutas picadas. Entre las alternativas posibles está incluir yogures con frutas o cereales; leche chocolatada o licuados de frutas; flancitos; postrecitos de leche o leche espesada. Entre los hidratos de carbono se pueden incorporar galletitas dulces de granola o semillas, una porción de bizcochuelo, muffins o barrita o porción de cereales.
“Lo importante es elegir o llevar de la casa porciones pequeñas y si se compran porciones grandes, compartirla con amigos o compañeros de clase”, sugiere Mombrú. “Las meriendas caseritas son una buena opción para llevar a la escuela. Así como yogures caseros, alfajorcitos de maicena, bizcochuelo casero, bolsitas de pochoclo sin sal ni azúcar, bolsitas de cereales, o de semillas de girasol, zapallo y o pasas de uva, también tortillas rellenas de verduras, pimiento, cebolla, tomates, lechuga, trocitos de pollo”, sostiene.
Asimismo, recomienda evitar las gaseosas, porque sólo aportan “calorías vacías”, es decir, no alimentan porque no contienen ningún nutriente esencial. Las bebidas azucaradas contribuyen al desarrollo de la obesidad y aumentan los triglicéridos, un tipo de grasa que se acumula en la sangre y que, en niveles excesivos, constituye un factor de riesgo para desarrollar diabetes y enfermedad cardíaca.
En los quioscos y cantinas saludables es fundamental mantener las condiciones de higiene. “Lavarse las manos después de manipular basura y desperdicios es clave para elaborar alimentos seguros, saludables e inocuos para el consumo humano. También es importante desinfectar el lugar y controlar las plagas con productos que no dañan la salud humana, asegurar que los basureros estén tapados y alejados del lugar donde se elaboran los alimentos”, explica Sonia Rodríguez, bromatóloga del Ministerio de Salud de la Provincia.

“Metele fruta”
Es el nombre de una campaña solidaria y educativa que se realiza desde 2011 y que promueve hábitos de consumo de alimentos saludables.
El objetivo de la iniciativa es alinearse con el compromiso mundial de luchar contra el avance de las enfermedades crónicas no transmisibles. “La gran pandemia mundial de hábitos dietéticos inadecuados, obesidad y disminución de la actividad física muestra la necesidad urgente de posicionar a la nutrición como una prioridad y estar en estado de alerta”, explica la licenciada en Nutrición y organizadora Berenice Morzone.
En esta edición, que se extiende durante octubre y noviembre, la campaña eligió como escenario el Colegio José Manuel Estrada a través de la actividad escolar de convivencia con los alumnos, profesoras de diferentes materias. Se trata de incentivar a jóvenes que están en contextos difíciles a que trabajen en equipo y sean ellos mismos miembros educadores y difusores de información para promover la salud, noticias relacionadas, mensajes sobre el autorrespeto, videos, imágenes, artículos científicos y actualizaciones de diferentes países y lenguas. “También buscamos inspirarlos y darles mensajes de la importancia de tener un rol positivo y activo con la sociedad y promover el buen uso de las redes sociales”, agrega Morzone. En esta edición, la agenda incluye actividades teatrales, musicales, manualidades y cocina con frutas en dos instituciones, una dedicada a jóvenes y adultos con capacidades diferentes y otra a niños de bajos recursos; e información en la vía pública.

Fuente La Voz del Interior

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