Cavallo dijo ser «víctima de ataques injustificados» y sostuvo que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo sindicó como uno de los responsables de la situación que el país enfrenta con los fondos buitre.
El Tribunal Oral Federal número cuatro absolvió hoy al ex ministro de Economía en la causa por el megacanje. El veredicto se leyó este mediodía en los tribunales de Comodoro Py.
«Analizada la prueba producida en el debate, el cual llevó de realización más de tres meses, la acusación de la fiscalía no acreditó los extremos de la imputación, esto es ni la materialidad ni la autoría, conforme las motivaciones que serán desarrolladas en la sentencia», concluyó el Tribunal Oral Federal 4 en su veredicto.
La lectura de la decisión estuvo a cargo del titular del Tribunal, Néstor Costabel, en una sala colmada del primer piso de los tribunales federales de Retiro, en la que estuvieron la esposa del ex funcionario, Sonia Abrazian, y políticos como Mario Cafiero.
El Tribunal advirtió que los motivos detallados de la absolución se conocerán el próximo 14 de octubre a las 17, cuando se den a conocer los fundamentos del veredicto.
La fiscal Fabiana León pidió para Cavallo tres años de prisión al acusarlo de haber llevado adelante «negociaciones incompatibles con la función pública» a raíz de las operaciones de canje de títulos de deuda pública en los años 2000 y 2001.
Los canjes que el gobierno entregó en su momento en el marco de ese canje son los que mantienen los fondos buitre en su poder y son el eje del litigio que enfrenta Argentina en el juzgado del juez neoyorquino Thomas Griesa, quien ya falló a favor de los holdouts.
A Cavallo se lo imputó de favorecer a un grupo de siete bancos por sobre otros a la hora de adjudicar la colocación de los bonos de la deuda. La sentencia fue dictada por los jueces Costabel, Enrique Pose y Patricia Mallo.
Al termino de la lectura, Cavallo se retiró rápidamente por una puerta lateral del edificio junto a su esposa, quien antes de salir del lugar se abrazó con el abogado defensor, Eduardo Oderigo.
Por la mañana y en sus últimas palabras ante el Tribunal, el ex ministro se consideró un «chivo expiatorio» para justificar la «terrible crisis» que vivió el país desde el 2001, que significó la entrada en default y el fin del sistema de convertibilidad, entre otras cuestiones.
«Fui el chivo expiatorio, tenía que ser el responsable de la terrible crisis que sufrió el país», dijo Cavallo, quien volvió a repetir que la situación desatada en ese momento buscaba «hacer caer» al gobierno de Fernando de la Rúa.
Cavallo dijo ser «víctima de ataques injustificados» y sostuvo que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo sindicó como uno de los responsables de la situación que el país enfrenta con los fondos buitre.
La fiscal de juicio Fabiana León había pedido tres años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos porque entendió que tuvo «pleno» conocimiento del proceso de negociación del megacanje y dio por probado que se actuó para favorecer a un grupo de bancos por sobre otros para actuar como intermediarios en la operación.
Cavallo fue el único procesado que llegó a instancia de juicio oral en la causa que se tramitó durante 13 años en los tribunales, lapso durante el cual otros acusados fueron sobreseídos por prescripción, a raíz del paso del tiempo, entre ellos su ex jefe de Asesores en el Ministerio de Economía Tomás Liendo, y el ex secretario de Política Económica Federico Sturzenegger.
En la causa también estuvo imputado el banquero David Muldford, pero luego de reiterados intentos frustrados por lograr su extradición desde Estados Unidos para tomarle declaración indagatoria, se lo sobreseyó por prescripción, en una decisión ahora apelada ante la Cámara Federal de Casación .
En la operación el consorcio de bancos beneficiado cobró comisiones por el reemplazo de títulos de la deuda externa por cinco bonos con vencimientos diferidos.
El juicio, que comenzó el 16 de junio, hizo foco en las supuestas tratativas que Cavallo habría llevado adelante con los bancos Galicia, Santander, Francés, Credit Suisse First Boston, HSBC, JP Morgan y Salomon Smith Barney, en la que fue finalmente sobreseído por la justicia por considerar que no existieron pruebas que acrediten esta situación.