Los vientos alcanzaron ráfagas de 120 kilómetros por hora y provocaron destrozos inesperados en Ushuaia. Un intenso temporal voló techos de casas, tiró árboles y postes de luz, generó cortes de energía por horas y hasta provocó el descarrilamiento del Tren del Fin del Mundo.
En los vagones de la formación viajaban siete turistas, un guía y el maquinista, quienes afortunadamente resultaron ilesos. Según el intendente de la ciudad, Federico Sciurano, se trató de un hecho “extraordinario”.