Hoy, Guido es el director de la Escuela Municipal de Música «Hermanos Rossi» de Olavarría y la encargada de la portería de su escuela primaria señaló orgullosa que allí el joven dio sus primeros pasos en la música.
Telam – Ignacio Hurban, el joven que recuperó su identidad y al que su abuela Estela de Carlotto buscó durante 37 años, creció y vivió en la Villa Alfredo Fortabat, un pueblo de algo más de 6.000 habitantes que manifiesta su asombro y alegría por la noticia.
Ignacio, «Nacho» para sus vecinos, nació el 26 de junio de 1978 en el Hospital Militar de Buenos Aires y es hijo de Laura Carlotto y Walmir Oscar «Puño» Montoya.
Su madre, quien lo pudo tener en sus brazos solo cinco horas y lo llamó «Guido», como su abuelo, fue asesinada en agosto de ese año y su padre continúa desaparecido.
La villa Fortabat, partido de Loma Negra, vio crecer a Guido a quien sus vecinos, que todavía no salen de su asombro por la noticia, lo definen como «un chico espectacular».
En la recorrida realizada tras los pasos del joven que por su propia decisión se acercó a Abuelas para conocer su identidad, Télam llegó hasta la escuela Independencia Argentina, donde Guido cursó la Primaria.
La portera del establecimiento contó emocionada que Guido «es una persona maravillosa» y agregó que sus padres de crianza, también «son personas de campo, muy buenas personas».
El joven fue entregado por sus apropiadores a un estanciero, quien a su vez lo dio en adopción a uno de sus peones.
Hoy, Guido es el director de la Escuela Municipal de Música «Hermanos Rossi» de Olavarría y la encargada de la portería de su escuela primaria señaló orgullosa que allí el joven dio sus primeros pasos en la música.
Por su parte, «Tika», nombre artístico de Odilma Pilar Benítez, es alumna de guitarra de Guido -a quien llama Nacho- desde hace tres años y lo define como «un chico espectacular».
Tika contó a Telám que la noticia la «llenó de emoción» y que se enteró por los medios.
En la villa, las casas son similares, de más de 40 años, con patios grandes que las rodean y que fueron pensadas para los trabajadores de la empresa Loma Negra.
En una de esas casas vive Guido con su mujer, Celeste, y es el lugar donde durante su niñez pasaba los fines de semana.
El resto de la semana vivía en Colonia San Miguel, una de las pequeñas localidades del partido de Olavarría, rodeada de campos verdes que se interrumpen con el gris de grandes cementeras antes de llegar a su entrada.
La explicación de la reacción de la gente del pueblo al conocer la noticia la dio Carmelo Vinci, presidente de la Comisión por la Memoria, quien aseguró a Télam que enterarse de la restitución de la identidad de Guido «dejó perpleja a la comunidad olavarriense igual que como conmocionó a todo el país».
«Nos alegramos porque apareció el nieto número 114», resaltó Vinci, quien contó que es un sobreviviente del terrorismo de Estado y estuvo en el centro clandestino de detención conocido como Monte Peloni, allí en Olavarría.
Vinci se alegró de que «sea el nieto de Estela el que recuperamos, porque Estela es sinónimo de lucha».
Por otro lado, destacó que desde los organismos de derechos humanos «venimos trabajando desde hace mucho tiempo» pero «a veces pasa que quienes tienen dudas de su identidad no se animan a hacer todo el proceso», por lo que destacó que la aparición de Guido «seguramente será un impulso» para muchos jóvenes.
Por su parte, la historiadora Griselda Lemiez remarcó la emoción que significa para Olavarría la noticia de que quien recuperó su identidad sea el nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Lemiez es becaria del Conicet y trabaja en la facultad de ciencias sociales de la Universidad del Centro (UNICEN) donde estudia el sistema de fábricas con villas obreras, como lo fue Loma Negra.
Lemiez subrayó además que la recuperación de Guido se da a semanas de que comience el juicio oral por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención Monte Pelloni.
El juicio se desarrollará a partir del 22 de septiembre en la Facultad de Ciencias Sociales de esa universidad, causa que busca verdad y justicia, la misma por la que también ha luchado Guido desde la expresión artística desde hace tiempo.