Hoy fue indagado en el Juzgado Federal Fittipaldi, el dirigente gremial que encabezó una violenta protesta en el campus de la Universidad. Se buscaba evitar eventuales incidentes por manifestaciones.
Con una fuerte custodia de personal de Gendarmería, se realizó la indagatoria a Sergio Fittipaldi, secretario general del sindicato de empleados de limpieza, acusado por la violenta protesta en el hall de Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad.
El fiscal federal Guillermo Lega acusó de daños y lesiones leves a Fittipaldi, por los graves hechos ocurridos en el campus.
El pasado 26 de mayo, unos 200 manifestantes del sindicato reclamaron contra «la precarización de 50 trabajadores del área de higiene» y en medio de la protesta comenzaron a tirar huevos y piedras contra el hall de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, donde se encuentran los despachos de las principales autoridades de la Universidad.
El vicerrector, Javier Salminis, había señalado que “todos estamos conmovidos por lo que pasó, tanto desde lo institucional, pero también por lo que significó desde el daño moral, material, personal».
«Por esa tremenda agresión que ha sufrido la institución y, físicamente, Agronomía y Veterinaria y Rectorado”, dijo el vicerrector, por cuanto en ese sector del campus se materializó la afrenta contra la Universidad.
Agregó que en el encuentro con personal de Rectorado y la FAV se brindó información relativa a “cuál es el proceso que se está transitando con los trabajadores de la limpieza, cómo se está actuando con los trabajadores de la empresa” a los que el campus ayudó ante la caída de su fuente laboral.
El vicerrector indicó que “desde Sumarios de la Dirección de Asuntos Jurídicos se sigue recopilando testimonios e información audiovisual para esclarecer los hechos” y valoró que “cualquier prueba documental que se pueda aportar a la causa es relevante”.
Añadió que “la decisión del Consejo Superior es avanzar como querellante en contra de esta organización, sindicato o como se llame” que perpetró la violencia mediante la intimidación y los actos físicos que depararon vidrios rotos, huevazos contra puertas y personas, a la par de petardos al paso de quienes habían venido como cada jornada a trabajar o estudiar.