La murga cordobesa Colgados de la Luna irrumpió en la zona de General Paz hace un año y medio aproximadamente. Desde entonces, no deja de generar instancias de articulación con el barrio y sus vecinos.
“De barrio General Paz a la Argentina, se presenta en esta noche este murgón. Sólo déjate llevar y comprobar que con Colgados de la Luna vuelve al barrio el carnaval. Va naciendo con el bombo mi corazón, despertando con el canto esta emoción. Dale, déjate llevar y ya verás que con Colgados vas al cielo de tanto carnavalear”.
Con esta melodía pegadiza, Colgados de la Luna hizo su irrupción en uno de los barrios más tradicionales de la ciudad de Córdoba, allá por el 2012. Desde aquel año en adelante, personas de todas las edades suelen acercarse al Parque General Paz, el punto de encuentro (y ensayo) de esta joven murga cordobesa. Allí, Colgados de la Luna se apropia del extenso espacio y se involucra con los vecinos promoviendo la integración y un sentido de pertenencia.
En su año y medio de existencia, la murga ya hizo varios corsos y presentaciones a la gorra, tanto en el parque como en la plaza principal del barrio. También se presentó en distintas instituciones como el Club Hindú y el Hospital Neuropsiquiátrico, y en algunos festivales como el Reciclate!.
A diferencia de otras murgas, Colgados de la Luna no responde a ningún partido político ni depende de ninguna agrupación. Sus más de 40 integrantes trabajan y estudian, además de hacer murga en el barrio. Es un colectivo sin fines de lucro, que se mantiene de forma autogestiva y horizontal. Su llegada a General Paz estimuló el regreso de los carnavales y las movidas populares, tras muchos años de ausencia.
Más allá de esto, una parte significativa de la sociedad cordobesa aun mantiene una mirada prejuiciosa e indiferente hacia la murga y sus modos de expresión. Para Fabricio Giordano, miembro de Colgados, “muchos no saben del arraigo que tiene la murga con otras expresiones folclóricas propias del argentinismo. Según él, “existe un desconocimiento generalizado y aquel prejuicio de `¡andá a laburar y dejá de hacer ruido!´”.
En relación a lo que representa la murga para la comunidad, manifiesta: “La murga es la voz del pueblo. La murga te hace pensar y te hace involucrarte. ¿Por qué pensás que se prohibió en el Golpe? ¿Por qué crees que de un día para el otro se enrejan las plazas? La murga se encarga de recuperar los espacios públicos diciendo lo que piensa”.
Los espectáculos murgueros se caracterizan por reunir en una misma puesta escénica todas las disciplinas del arte (música, danza, teatro, poesía y arte plástico). Son considerados rituales de autoliberación, en donde se baila de forma libre y descontracturada. Allí, los participantes danzan al ritmo de la percusión con trajes y accesorios multicolores. En cuanto a las letras de sus canciones, suelen ser críticas pero al mismo tiempo jocosas y picarescas.