Un grupo de agentes estaba registrando una casa de Canberra, Australia, cuando, uno de los policías, se topó con el perro de la familia, que se encontraba encadenado. En ese momento, según se puede ver gracias al video que grabaron las cámaras de seguridad, el animal fue rociado por el policía con gas pimienta.
El evento tuvo lugar en mayo y, mientras las autoridades investigan lo sucedido, hoy el agente está separado de su cargo.