«El objetivo de homenajear a los caídos en Malvinas fue cumplido»

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El anticipo del primer videoclip de Mario Cayón en Malvinas, con imágenes de la isla y, en particular, del cementerio de Darwin.

Mario Cayón anticipó su video clip de Aurora en Malvinas, con imágenes de la isla y, en particular, del cementerio de Darwin.
«El primer objetivo está cumplido: no solo quería viajar sino concretar el homenaje para los caídos. El video comenzó a difundirse hoy», enfatizó.
En diálogo con Telediario confirmó que recibió un llamado la semana pasada de Casa Rosada y decidió enviarle una carta a la presidenta Cristina Fernández, en la que narra su aventura en las Islas.
«Tuvimos algunos problemas en Malvinas para filmar el video porque se rompió una cámara y el viento intenso nos complicó las filmaciones», recordó.

Informe

Con frío y lejos de casa, aún cuando las islas surjan como el hogar ocupado por extraños amigables sobre una mesa de bar. Los acordes del músico riocuartense Mario Cayon fueron propios y ajenos, en esa exploración de la patria asociada con el reclamo permanente y la sangre de los héroes. Un viaje en presente, con el dolor del pasado.
«Fue una experiencia al borde, única. No se redujo a la cuestión artística, sino que participé de múltiples actividades relacionados a los pedidos de familiares de caídos», señaló en diálogo con Telediario.
Para Mario, «la experiencia fue enriquecedora y el día que llegué, el 10 de mayo, pude iniciarla en el bar Narrow ante los ciudadanos de la Isla»
Mario inició su carrera solista en el 2001, grabó 6 discos y su última obra se llamó “El lado místico del mundo”, en el que incluyó instrumentos étnicos de diferentes países. En aquella búsqueda se originó “Malvinas, viaje de Paz”, la aventura musical hacia las islas y su mística.
«Tienen un poco de desconfianza y frialdad, pero siempre me recibieron con educación. Pasaron cosas muy locas, como un isleño que comenzó a gritar «Argentina» cuando dejé de tocar un tema. Creo que entendieron que fui como un músico en busca de un encuentro humano», reflexionó.
El riocuartense recordó que cerró una de las presentaciones con Aurora, en un homenaje a la bandera argentina que los kelpers «vivieron con respeto».
La música como despertar del alma, confluencias de la memoria de los chicos muertos de frío en una trinchera de guerra y la calidez de una bienvenida en las gélidas noches del sur. Y al final, una partida anclada en el registro permanente de acordes y fotografías. Un viaje hacia el interior de nuestra historia.

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