Como en la vida en general, la homosexualidad en el fútbol se hizo moneda más corriente que en tiempos pasados. No se trata de confirmar alguna relación entre compañeros del plantel del Sevilla, pero sí de remarcar un festejo un tanto polémico, después de alzar la Europa League.
El capitán Ivan Rakitic se deshizo por un instante del trofeo, al que le hizo marca personal durante toda la noche italiana, para encontrar la boca de Daniel Carriço con la suya. La imagen es nítida: el croata y el portugués se dieron un beso ante la multitud y las redes sociales explotaron.
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