Voluptuosa y provocativa, Kim Kardashian se puso la micro bikini color piel y posó para la cámara en una playa tailandesa, poco después de la polémica por una supuesta operación que se habría realizado para implantarse glúteos.
La mediática mujer de Kanye West se encuentra en la costa asiática como parte de una producción especial para una campaña que no se sabe todavía si es para su reality Keeping Up With The Kardashians o para alguna publicidad. Lo llamativo es sin embargo que la morocha se haya animado a quedar casi al desnudo para la foto, luego de los recientes rumores en los que se le atribuía un paso por el quirófano para agrandar su trasero.
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