A raíz de esta violenta golpiza la víctima sufrió, según certificaron los médicos, «doble desprendimiento de retina provocado por múltiple traumatismo craneal».
La fiscalía de juicio de La Plata pidió una pena de nueve años de prisión para un hombre, que está acusado de dejar ciega a su esposa de 29 años debido a los golpes que le propinó en 2011.
El fiscal Fernando Cartasegna pidió esa condena para Carlos Ariel Goncharuk por el delito de «lesiones gravísimas» en perjuicio de su esposa Susana Gómez, con quien tiene cuatro hijos, de entre 4 y 10 años, en tanto el abogado de la víctima reclamó 10 años de prisión.
El hecho que se le imputa a Goncharuk ocurrió en junio de 2011, cuando el hombre, con quien Gómez vivía en la localidad de Lisandro Olmos, comenzó a golpear a la mujer contra la pared de la cocina.
A raíz de esta violenta golpiza la víctima sufrió, según certificaron los médicos, «doble desprendimiento de retina provocado por múltiple traumatismo craneal».
La mujer huyó a la casa de sus padres, pero éstos también fueron agredidos por Goncharuk, por lo que finalmente buscó refugio en la Casa María Pueblo, de La Plata, donde asisten a víctimas de la violencia de género.
Gómez, quien es representada en el juicio por los abogados Carlos Castagno y Darío Witt, de la ONG Casa María Pueblo, había denunciado en 14 oportunidades a su esposo.
En su alegato, el fiscal Cartasegna consideró que las pruebas aportadas son suficientes para una condena, ya que se presentaron no sólo certificados médicos, sino que también se aportó el testimonio de testigos, vecinos de la víctima y familiares.
“No quedan dudas de que Susana Gómez fue golpeada hasta que como consecuencia de esos golpes perdió la vista; también su padre adoptivo Carlos Coronel fue golpeado por Goncharuk”, dijo Cartasegna en el comienzo de su alegato.
El fiscal destacó que «en los informes de la fundación Zambrano(entidad que brinda asistencia quirúrgica de alta complejidad oftalmológica a los pacientes de escasos recursos) hay testimonios de vecinos, pero sobre todo está la ceguera de Susana que le provocó un cambio de vida”.
“Ella volvió a nacer”, expresó el fiscal mientras la víctima sollozaba, y enfatizó que “Goncharuk se aprovechó de la situación de vulnerabilidad y hubo extrema y prolongada violencia desplegada”.
Para el fiscal, “el delito de violencia de género es difícil de probar, porque se desarrolla entre cuatro paredes, pero en 2011 Susana Gómez dijo `basta`, obtuvo ayuda y gracias a ello el Poder Judicial comenzó a acumular causas hasta llegar a este juicio”.
“Susana Gómez siente que es militante de la lucha contra la violencia de género, perdió su visión y tuvo múltiples traumatismos encefalocraneanos”, destacó, por su parte, el abogado de la mujer.
A su turno, la defensora oficial de Goncharuk, Cecilia Sicard, manifestó que faltaban pruebas concretas de la imputación que se le hacía a su defendido, ya que las audiencias «transcurrieron sólo con el relato de los testigos».
“No podemos aceptar una condena sin pruebas, por lo que pido su absolución”, remarcó Sicard tras lo cual resaltó que repudia “toda violencia intrafamiliar; toda violencia de género. A Goncharuk se la ha atribuído de todo, pero eso no alcanza para condenarlo, porque faltan elementos probatorios”, aseveró.
En tanto, en sus últimas palabras antes de la sentencia, Goncharuk dijo que el hecho por el que se lo juzga “no se pudo comprobar», tras lo cual elogió el trabajo de su abogada.
“Mejor trabajo no podría haber hecho. Estoy sorprendido, y soy el primer interesado en que se sepa la verdad”, afirmó ante la magistrada Carmen Palacios Arias, quien dará a conocer su sentencia el próximo lunes 14 de abril a las 12.
En diálogo con Télam, Witt, titular de la Casa Abierta María Pueblo, opinó que «se mostró cabalmente que las lesiones que tuvo la víctima son por acciones del acusado y que hubo desidia de la Justicia ya que Susana pidió en reiteradas ocasiones ser escuchada, hizo 14 denuncias, y quedó demostrado el hecho causal que derivó en el juicio”.
Telam