Lo dijo el presidente del bloque de diputados radicales, Mario Negri. “El peronismo de los ‘90 y la década kirchnerista serán recordados como el período más oscuro y de mayor retroceso», afirmó.
El Parlamentario – El presidente del bloque de diputados radicales, Mario Negri, consideró que la ratificación del acuerdo con Repsol “cierra un ciclo de 20 años de la peor política energética, llevada adelante por el peronismo, en la década del ‘90 desguazando YPF y en esta última década destruyendo el mayor logro, que era el autoabastecimiento”.
“El peronismo de los ‘90 y la década kirchnerista serán recordados como el período más oscuro y de mayor retroceso de la política energética de nuestro país”, insistió Negri al cierre del debate.
El legislador aseveró que “el peronismo históricamente, y específicamente en los últimos años, no pensó nunca el petróleo como un recurso estratégico sino como un commodity para juntar ingresos”, y agregó que “encontraron en Repsol y apañaron al socio más permisivo, que se caracterizó todo su tiempo por la falta de inversión exploratoria y llevarse utilidades extraordinarias fuera del país”.
“El kirchnerismo nunca hizo nada para controlar el vaciamiento de los Ezkenazi con Repsol. Privatizaron lo que no debían privatizar, no controlaron lo que debían controlar, buscaron amigos del poder para que se hagan de un parte de REPSOL y perdieron el autoabastecimiento después de 20 años”, denunció.
Además, remarcó que “el kirchnerismo se comió la renta descuidando los stocks hasta agotarlos”. “Encontraron su correlato en la estrategia empleada con YPF de ‘pan para hoy, deuda para el próximo gobierno’”, disparó.
Negri encabezó el rechazo de su bloque al acuerdo con Repsol con tres argumentos: “primero, en la tasación realizada por el Tribunal de Tasación de la Nación; segundo, en la subvaluación de los pasivos ambientales y ocultos; y tercero, en el precio que se terminara pagando a Repsol”.
El legislador recordó que la UCR votó a favor de la expropiación de YPF, pero aclaró que ello no fue “por una conveniencia política, sino por convicción, por la férrea convicción histórica que entiende que YPF debe ser una empresa nacional modelo que marque el rumbo de todo la política hidrocarburifera de nuestro país”.