Daniel Colazo tiene 64 años y desde los 30 años es invidente como consecuencia de un laucoma. Durante décadas vivió en España y al regresar a nuestra ciudad se advirtió la diferencia en la contención de los discapacitados.
Daniel Colazo tiene 64 años y desde los 30 años es invidente como consecuencia de un laucoma. Durante décadas vivió en España y al regresar a nuestra ciudad se advirtió la diferencia abismal en la contención de los discapacitados, por las barreras urbanas que se expanden en el centro y los barrios.
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