Comienzan las clases y uno de los controles de salud que se pide al ingreso escolar es el certificado bucodental. El control odontológico es muy importante, ya que permite identificar en forma temprana tanto enfermedades como factores de
riesgo.
Las enfermedades más prevalentes de la edad escolar son la caries, la erosión dental y las maloclusiones o defectos en la mordida. Todas ellas tienen mejor pronóstico si se las detecta precozmente.
Si los chicos presentan alteraciones, como la caries, pueden presentar dolor y, por lo tanto, dificultad para alimentarse, falta de atención en clase, y en casos más severos desnutrición y complicaciones por infecciones dentarias que deben tratarse con internación en los casos más extremos. Por eso, es muy importante tener en cuenta las medidas preventivas principales: la higiene bucal, la alimentación saludable y el control odontológico periódico.
Higiene bucal
Se centra en la utilización del cepillo dental y una pasta dental fluorada, es decir, con adecuado contenido de flúor. El cepillado puede realizarse de manera horizontal en niños pequeños. A partir de aproximadamente los 10 años, el cepillo debe angularse, las cerdas deben posicionarse en ángulo de 45 grados hacia la unión de la encía con el diente (la llamada “técnica de Bass”), lugar donde habitualmente se acumula la placa bacteriana.
En cuanto a la concentración de flúor en las pastas de uso diario, se recomienda que los niños de entre 2 y 9 años utilicen pastas de hasta 500 ppm de ion flúor, debe asegurarse que el niño escupa la pasta cuando termine de cepillarse y que se enjuague la boca con abundante agua.
A partir de los 10 años, la pasta debe contener entre 1.000 y 1450 ppm y se recomienda que el enjuague no sea excesivo para aprovechar el efecto tópico del flúor.
Frecuencia
Lo ideal es que el cepillado se realice entre dos y tres veces por día y se recomienda que al menos uno de ellos se haga antes de dormir, ya que durante el sueño la cantidad de saliva (uno de los mecanismos protectores naturales del organismo) disminuye.
El hilo dental facilita la higienización de los espacios entre los dientes, zona a la que el cepillo dental no tiene acceso. Existen también cepillos especiales para “casos especiales” como por ejemplo, los específicos para la higiene en caso de tratamientos de ortodoncia.
La salud bucal puede lograrse y mantenerse por diversos medios y la nutrición juega un papel fundamental.
Fuente La Voz del Interior