Manos adormecidas

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Esta afección tiene su origen en la columna cervical. En la mayoría de los casos un disco intervertebral se hernia y comprime algún nervio; en otros casos la artrosis es causante de estos síntomas, pues aquí los picos de loro actúan como compresores de ese mismo nervio; en otras ocasiones menos frecuentes se encuentran tumores, quistes o problemas medulares.
El comienzo es generalmente lento y progresivo, aumentando en intensidad.
Se inicia en la nuca siguiendo por hombro y brazo, concluyendo en la mano. El sujeto no puede dormir por los intensos dolores, obligándolo éstos a colocarse boca arriba con la mano detrás de la nuca; permanecer más de una hora en la cama se convierte en un suplicio, en una primera etapa calma al caminar y aumenta al estar sentado. La tos, estornudo o esfuerzos son actos prohibidos en períodos agudos llegando a producir palidez, hipotensión o vómitos en los casos más graves. En otras oportunidades no existe dolor y solo el hormigueo en las manos es el único síntoma, en estos casos resulta difícil convencer al enfermo que el origen está en el cuello.
La solución a este problema la tenemos en la descompresión del nervio, ya sea con medicamentos que tienen la finalidad de deshinchar la raíz afectada, el reposo, la reubicación del disco por medio de la quiropraxia, movilizar los picos de loro hasta un lugar donde no ejerza presión y en casos realmente agudos impera la cirugía.

Fuente www.furmanenlared.com.ar

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