«No estuve amparado»

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Lo dijo Máximo Arreyes. Documento histórico de una entrevista realizada en 1992 al delincuente, que se convirtió en leyenda.

arreyes con guillermo

En 1992, mientras estaba detenido en la cárcel local, Máximo Arreyes le concedió a Telediario una entrevista que se convirtió en documento histórico.
En diálogo con el periodista Guillermo Germaía, recordó sus andanzas, negó vínculos con la Policía y la Iglesia y dijo que “vivió todo muy deprisa”.
Hace 22 años, en junio de 1992, Máximo Arreyes fue detenido con un kilo de cocaína en su poder. En esa oportunidad, denunció complicidad de los jefes de la Unidad Departamental y provocó una crisis en la fuerza de seguridad.
Durante su estadía en la penitenciaría local, eligió a Telediario para hacer su descargo. Arreyes, que en la época era uno de los personajes delictivos más renombrados, repasó sus antecedentes que incluían robos, hurtos, lesiones leves, falsificaciones, estafas y una fuga del penal de Córdoba.
“Lo viví todo muy deprisa, muy depronto. A los doce años ya había sido detenido”, expresó quien se había hecho conocido en la ciudad por liderar la patota llamada “Los Mermelada”.
“Éramos buenos pibes, algunos de ellos hoy son abogados, se criaron conmigo. Lamentablemente yo y dos más fue como que nos salimos del carril”, explicaba Arreyes. “¿Por qué robaba? Porque sentía la necesidad de robar”, aseguraba.
Al ser consultado por los rumores que lo vinculaban con la Policìa y la Iglesia, Máximo negaba rotundamente los vínculos y decía: “Nunca estuve amparado por nadie, al contrario, siempre estuve solo”, y en otro tramo de la entrevista sostenía: “Toda la vida caminé por la calle, nunca por la vereda”.
Sin dudas, la calle signó la vida de Máximo Arreyes, una vida intensa y vivida “muy deprisa”, según su propio relato.
“Yo tenía 19 años y le pregunto a otra persona: ‘¿algún día voy a cambiar?’ Y me dice: ‘eso llega con el tiempo’”
A 22 años de la entrevista, parece que el tiempo no ha sido aún suficiente para el renombrado delincuente, que, lejos de lograr un cambio, siguió cosechando títulos en las páginas de policiales y expedientes en su prontuario.

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