Arreyes lideraba una banda de robo de bancos y había sido detenido en Tucumán. Su fuga del penal generó un escándalo y la licencia de policías.
Máximo Arreyes lideraba una banda de robo de bancos cuando fue detenido en Tucumán. Su fuga del penal generó un escándalo y la licencia de policías en el 2001. La historia del peligroso delincuente riocuartense sumaba un capítulo más a la secuencia de violencia y peligrosidad.
En enero del 2001, se inició una amplia búsqueda en Tucumán y Córdoba del «Indio» Arreyes, quien junto a otros dos delincuentes se fugódel penal de Villa Urquiza, en Tucumán.
Desde un principio, la Dirección del penal sospechó de la actitud de algunos de sus miembros y separó a 17 agentes del Servicio Penitenciario de Tucumán.
Según informaba la crónica de La Voz del Interior, los guardiacárceles (14 de la guardia externa y tres de la interna) habrían permitido la salida de los presos por la misma puerta del presidio, ubicada a escasos seis kilómetros del Casa de Gobierno.
El personal sancionado era de baja graduación y la medida no tiene precedentes en los últimos años.
Uno de los fugados, José Luis Romano, estaba acusado de matar a un policía bonaerense en Fuerte Apache.
Arreyes, «quien comenzó su carrera delictiva cuando era menor de edad», ya tenía antecedentes por robo calificado (varios hechos), falsificación de documento público, robo agravado y asociación ilícita.
El riocuartense se había fugado del penal de Villa Urquiza unos años atrás y tenía pedido de captura cuando fue detenido por integrar un grupo conocido como “los cordobeses”, que robó en numerosos comercios y empresas.
En esa ocasión portaba dos pistolas y dos chalecos antibalas, elementos despojados a policías en las incursiones de la gavilla.
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