Otra foto insólita del máximo pontífice revolucionó los medios. Sucedió en la parroquia San Alfonso de Liguori, donde el argentino fue fotografiado con un pequeño corderito en su cuello.
El papa Francisco volvió a ser el protagonista de una foto insólita. Esta vez, el máximo pontífice fue fotografiado con un pequeño ternero en su cuello, mientras visitaba un pesebre viviente organizado por los fieles de la parroquia de San Alfonso de Ligouri, en Roma.
Francisco visitó el lugar en el marco de la fiesta de la Epifanía. Allí, una mujer le colocó un corderito que formaba parte del pesebre viviente y se dejó fotografiar con él a pura sonrisa.
Fue la primera vez que el pontífice ofició como Papa la misa de Epifanía en la Basilia de San Pedro. Además, tras la misa, Francisco visitó a los más pequeños de la parroquia el día de la «befana», que consiste en una anciana que reparte regalos en todo Italia.