Cientos de riocuartenses disfrutaron del río en una jornada de mucho calor. También llegaron los vecinos que se quedaron sin luz tras el temporal, en busca de un desahogo.
Con una temperatura máxima que superó los 34 grados, cientos de riocuartenses aprovecharon para disfrutar del río y sus riberas.
También llegaron al principal espacio natural de la ciudad, los vecinos que se quedaron sin luz tras el temporal, en busca de un desahogo.
«Desde el domingo que estamos sin luz, vivimos en la zona oeste y no se puede estar adentro de la casa. Si el fin de semana siguen estas temperaturas no sé cómo vamos a hacer», se lamentó Norma.
Walter, un heladero que recorre cada tarde las costas, afirmó que «se trabaja muy bien y en una jornada como esta se pueden vender hasta 350 helados».
«La estrategia es andar mucho y caminar cerca del río. Estamos hasta las 6 y media de la tarde, cuando hay más movimiento», expresó.
Por su parte, Raúl dijo que «es un día espectácular para disfrutar y hemos decidido venir con toda la familia».
«Este vientito es un alivio. En la casa no se puede estar. El miedo es que se venga alguna tormenta», afirmó.
Por su parte, Vanesa, su esposa, resaltó que «hay que venir preparados con gaseosas, galletitas y mate para pasar un rato lindo».
También fue la oportunidad para quienes decidieron hacer tareas deportivas, como Guido, dispuesto a correr 45 minutos a pesar del calor intenso.
«El lugar es hermoso, a pesar de las ramas y árboles caídos por el temporal», subrayó.