El presidente del Grupo Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, dijo hoy que «la expectativa es que los precios bajen», en sintonía con las declaraciones que formuló más temprano el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Productores y analistas de mercados agrícolas coincidieron en advertir una tendencia declinante en el precio internacional de la soja, que podría perder 3,8% en 2014 como resultado de las cosechas récord en Estados Unidos y Sudamérica.
El presidente del Grupo Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, dijo hoy que «la expectativa es que los precios bajen», en sintonía con las declaraciones que formuló más temprano el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Capitanich había advertido esta mañana que «la tendencia en el precio de liquidación de soja es decreciente» y le pidió a los productores que «no especulen respecto a maniobras de carácter financiero y obviamente con empresas cerealeras».
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario, el director de Informaciones y Estudios Económicos, Julio Calzada, señaló que «con la muy buena producción de soja» que se espera para la actual campaña a nivel mundial «es muy difícil que los precios tiendan a subir».
También explicó que si bien la cantidad de soja disponible para la venta por los productores está en unas 12,2 millones de toneladas, probablemente las ventas de acá a fin de año estarán en el orden de los 8 millones si se tiene en cuenta que en la última campaña quedó un stock remanente de 4,4 millones.
«El de granos es un mercado en el que inciden por un lado la producción y el nivel de exportación, pero también hay un componente altamente especulativo», advirtió Calzada a Télam.
No obstante indicó que «cuando uno mira la actual campaña, en que a nivel mundial se estaría ante una producción 280 millones de toneladas de soja, contra los 235 millones de los últimos años, con récord en Estados Unidos, Brasil y Argentina, se puede considerar que va a ser muy buena».
Por su parte, el ex presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) Néstor Roulet, afirmó que «sin dudas la tendencia mundial de la cotización de la soja es ir hacia la baja» y explicó que «por la aceleración en la devaluación del tipo de cambio en las últimas semanas, el valor a nivel nacional es cada vez mayor para el productor».
Roulet había pronosticado a principios de este año que el precio internacional de la soja iba a tender hacia la baja, proyección que, según subrayó, «se cumplió, porque la cotización en ese momento era de 540 dólares la tonelada a futuro en Chicago, y ahora está en 470».
Según un informe del Banco Mundial, el precio internacional de la soja perdería diez dólares en 2014 y se ubicaría en un promedio de 525 dólares por tonelada el año próximo, contra los 535 dólares que el Banco Mundial había pronosticado para este año.
Para 2020, el organismo prevé que la tonelada de soja se comercializará a un promedio de 515 dólares, lo que supone una caída del 3,8% con respecto a su valor actual.
La tendencia está en sintonía con las estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), que a comienzos del mes pasado advirtió una baja tanto en el precio del poroto como en el aceite y otros derivados.
Este lunes por la mañana, Capitanich se refirió a los responsables de la cadena de valor de la soja al afirmar que «el Gobierno les ha generado un instrumento para garantizar condiciones de liquidación y consideramos que se dan las condiciones para ello, algo que efectivamente tiene un impacto en el incremento de reservas».
Al respecto, señaló que «tenemos una visión respecto a la evolución de las reservas que tienen que ver con la liquidación de divisas», y recordó que «hay 6.300 millones de dólares en concepto de soja no liquidada».