Los más de 80 mm precipitados en casi dos horas produjeron inconvenientes en los diferentes barrios de la ciudad. Desbordaron los desagües y el agua ingresó a comercios y viviendas.
A 20 días del temporal que azotó a la ciudad, una nueva tormenta produjo inconvenientes en distintos sectores de la ciudad.
Las ramas, hojas y basura taparon las bocas de desagüe provocaron anegamiento de las calles en el centro de la ciudad y también en los barrios, donde se padecieron las mayores consecuencias del temporal.
El agua arrastró vehículos en algunas calles del centro como La Rioja. Uno de los conductores afectados manifestó que «el auto terminó subido a la vereda». «Llegué hasta donde pude cuando se paró el motor, el agua se llevaba el auto», expresó.
También algunos comercios de esa zona padecieron el ingreso del agua a sus locales. «Siempre pasa lo mismo, llueve un poco y tenemos más de 20 centímetros de agua en el comercio», sostuvo el propietario de una cafetería ubicada en Constitución y Las Rioja, en diálogo con Telediario, y explicó que al desbordar los desagües, el agua superó el nivel de las compuertas e ingresó todo el caudal de agua al local.
«Hace 20 años que pasa lo mismo»
Las consecuencias de la lluvia se vivieron con mayor intensidad en el barrio San José de Calasanz, donde el agua ingresó a las viviendas y provocó daños materiales en muebles, electrodomésticos y ropa.
Vecinos de las calles Río Quinto, Río Segundo y Río Juramento expresaron su malestar por la falta de obras que brinde soluciones a los anegamientos que se producen cada vez que llueve.
«No arreglan la calle y cada vez que llueve pasa lo mismo», manifestó una de las vecinas, y otra explicó: «Esto no viene desde hace un año, hace 20 que pasa lo mismo y nadie nos da una solución. Vivimos como si fuésemos chanchos».
Los vecinos manifestaron su preocupación por las condiciones en las que quedan sus viviendas y pidieron la presencia de los funcionarios municipales y provinciales en el sector. «Las paredes de la casa están electrizadas y eso es un peligro para los chicos», dijo una de las vecinas y agregó: «Con esta humedad nuestras casas tienen peligro de derrumbe, se deterioran poco a poco».
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