Lo dijo uno de los organizadores de las picadas ilegales y promotor de la junta de firmas para la construcción de un picódromo.
Tras las denuncias por hechos vandálicos protagonizados por motociclistas en la ciudad, Maximiliano Sosa, uno de los organizadores de las picadas ilegales y promotor de la junta de firmas para la construcción de un picódromo, cuestionó la actitud de las bandas de moteros.
«Pasó a ser un acto de vandalismo y había mucha gente que no estaba de acuerdo con romper cosas. El objetivo era divertirnos, no pensar en terminar presos ó muertos», reflexionó en diálogo con Telediario.
Sosa reconoció su apoyo «a la realización de picadas, que era algo ilegal pero tenía el riesgo personal de un raspón ó una caída, nada más».
«El de las picadas es un grupo abierto. Si hay mil y llegan 5 personas más nadie pregunta de qué barrio son ó que intenciones tienen. Esto pinta para el descontrol, salen a romper autos, rompieron la vidriera de Edecom y son cosas que se le salen al grupo de las manos», expresó.
Para Maximiliano, «esto va a terminar en un problema más grande del que originó nuestra lucha».
«Habrá algunos que pueden reaccionar mal, les van a tirar el auto encima ó se van a bajar armados porque les rompieron su vehículo», advirtió.
Añadió que «lo que está sucediendo es un acto de rebeldía de la juventud: si no les dan lo que piden van a molestar la existencia de todos hasta conseguirlo».
«Es un problema difícil de terminar. Este fin de semana hacen un control y agarran a cien, pero el otro fin de semana van a aparecer otros cien más…», subrayó.
Agresión
Dos jóvenes fueron agredidos por motociclistas que transitaban en grupo por el micro centro de la ciudad, a metros de una arteria donde el EDECOM efectuaba un control vial.
Según relató a Telediario Eliana Pereyra, una decena de moteros que se trasladaban el pasado domingo por calle Irigoyen – a metros de Rivadavia-, comenzaron a rayar vehículos que se hallaban estacionados.
“Me encontraba con mi pareja en el centro y cuando estábamos por bajar, diez jóvenes en moto pasaron con uno de esos conos naranjas para el control vial y nos rompieron el espejo lateral. Además, le provocaron rayones al auto”, señaló.
El acto vandálico ocurrió ante la mirada sospresiva de los afectados, que nada pudieron hacer para evitar los ataques.
“El espejo quedó colgando y el vidrio a 3 metros. Se fueron como si nada y a la vuelta estaba la gente del Edecom. Lo que nos da bronca es que estamos pagando todavía el auto y vienen estas personas rompiendo todo”, aseveró.
Añadió que los motociclistas “venían picando en pleno centro y no solo rayaron nuestro auto, sino otros vehículos que estaban más adelante”.
“Ni siquiera se bajaron, se burlaron de nosotros y se fueron . No pudimos hacer nada porque si hablás, encima te golpean”, se lamentó.
“Comprensión”
El segundo jefe de la Unidad Departamental, comisario inspector Oscar Flores, dijo que están evaluando un plan de acción ante el crecimiento del flagelo en la ciudad.
Flores pidió “la comprensión de la sociedad” ante los operativos de control y los riesgos por la posible reacción de los moteros, quienes suelen escapar en “estampidas” ante la presencia de los móviles.
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