Luego de haber narrado en la primer parte de este trabajo la instalación de los primeros sanatorios privados riocuartense, llegando con este análisis hasta el año 1914, con datos que fueron extraídos en su mayoría, del libro del Dr. Américo Frigerio (“Sanatorios Riocuartenses” año 1999), continuamos narrando ahora, que en aquel año el Dr. Víctor Rodríguez, quien además de ser médico clínico era farmacéutico, instala su consultorio en el Boulevard Roca al 339 y el 4 de septiembre de 1917 logra instalar un sanatorio en la planta alta de la propiedad ubicada en el mismo boulevard y la esquina noreste con la calle San Lorenzo, funcionando por más de diez años en este lugar el “Sanatorio Rodríguez”. Su fundador junto con un importante equipo médico realizaban Guardia y Clínica Médica, Cirugía, Ginecología y Partos.
Este sanatorio ganó un importante prestigio, no solamente en la ciudad, también en la región. Trabajó con una importante cantidad de pacientes que concurrían al mismo. Debemos considerar que Río Cuarto por aquel tiempo era una urbe populosa y en constante crecimiento que ya contaba con treinta mil habitantes, también atendía a muchos pacientes que venían de las localidades vecinas y de zonas rurales, favorecidos los mismos por la comodidad de encontrarse en las proximidades de la estación del ferrocarril. El Sanatorio Rodríguez tuvo una época muy interesante y de buen reconocimiento en la medicina de la ciudad, además era un instituto que brindaba la posibilidad de internaciones de manera constante.
Fueron varios los emprendimientos privados que pasaron por la historia de nuestra ciudad vinculados a la medicina. En el mes de febrero de 1924 en pleno centro de la ciudad, calle Bolivar al 165, fue instalado un nuevo sanatorio, que adecuado a las especialidades de la época realizaba Clínica general, Rayos X, Cirugía, Ginecología, Partos, Garganta, Nariz y Oído y también hacia internaciones.
Los médicos responsables de este instituto eran locales; fueron los doctores Néstor Mercado Elizalde, Luis A. Pezzutti y Gumersindo Alonso (h). A partir del año 1928 entra como socio de este sanatorio un prestigioso cirujano también local, el Dr. Cayetano Vitale, médico recibido en la universidad de Milán, pero al final de ese mismo año la sociedad se disolvió por problemas económicos y Río Cuarto quedó sin sanatorios privados, solamente con consultorios, siendo el único lugar posible de internar un paciente, el Hospital de Caridad, que fuera de las camas que disponía el mismo, en los terrenos aledaños a este, habían realizado un internado con algunas habitaciones de dos camas cada una y alquilaban las mismas a médicos particulares en donde los pacientes lograban en el lugar media pensión, lo que suplía en algo la internación de pacientes ante las múltiples necesidades que existían.
Por esos tiempos la ciudad de Río Cuarto vivía en materia de atención sanitaria una situación difícil relacionada a la carencia de instituciones clínicas. En definitiva lo que había logrado en años anteriores, ahora se había perdido. La medicina no resultaba rentable, muchos profesionales que habían tenido la inquietud de emprendimientos sanitarios acorde a las necesidades de la población no habían tenido éxitos con aquellos emprendimientos. Por otro lado como ya lo hemos mencionado en comentarios anteriores el estado era reacio en asumir el problema de la salud de la población, por lo tanto la calidad de viva de los habitantes se limitaba y en muchos casos las consecuencias eran lamentables.
En el mes de noviembre de 1934 el Dr. Félix Imposti, junto a su señora esposa, Rosa Drago, y a su hermano Alejandro, médico recibido en la Universidad de Buenos Aires, abren en la ciudad un sanatorio Obstétrico denominado “Sanatorio Imposti” el que atendía e internaba de manera limitada solamente a mujeres.
A partir del año 1938 los hermanos Bruno, quienes eran cuatro médicos, instalan en la ciudad un importante sanatorio desempeñando cada uno de ellos su profesión conforme a sus especialidades y comienzan a trabajar en un edificio adaptado como sanatorio en la calle Constitución al mil. Hacían en este lugar Clínica Médica, Cirugía y Pediatría donde luego funcionaron como “Clínica Bruno”, en la misma calle pero al 500 con instalaciones propias hasta 1960. El emprendimiento de los hermanos Bruno marcó toda una época de constancia y dedicación a esta noble actividad, a partir de ese año y al haberse retirado el Dr. Salvador Bruno, ingresaron al mismo un grupo de médicos y trabajaron como el “Sanatorio Constitución” por varios años hasta su disolución final.
Es indudable que en nuestra historia la instalación de sanatorios privados marcó toda una época, en donde muchos profesionales con vocación de servicio y vocación empresarial, fueron dando lo mejor de sí para lograr instituciones sanitarias acorde a lo la población requería. Nunca fue fácil consolidar el objetivo, hasta que al final aparecen instituciones privadas de otra envergadura que fueron consolidando la actividad médica y que se proyectan por muchas décadas las cuales perduran aún en nuestros días y que en los próximos comentarios nos ocuparemos.
Walter Bonetto
https://walterbonettoescritor.blogspot.com
walterbonettoescritor@gmail.com
Twiter: @walterbonetto
Fuentes consultadas:
«Sanatorios Riocuartenses” Dr. Américo J. Frigerio. Abril 1999.
“Las Fechas del Imperio” Walter Bonetto -Ideas Graficas año 2006-