Lo declaró el presidente de aquel país, Benigno Aquino. El país está desvastado a raíz del tifón Haiyan, que azotó el archipiélago filipino el pasado viernes.
Aquino, quien visitó la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte, donde según cálculos de la gobernación provincial podrían haber muerto unas 10.000 personas, hizo el anuncio durante un mensaje emitido por televisión.