A 20 años del homicidio del estudiante universitario ultimado por una bala policial, realizan una exposición con imágenes que recuerdan el fatal episodio.
A 20 años del homicidio de Pablo González, el estudiante universitario ultimado por una bala policial, realizarán una muestra artística.
El crimen ocurrió el 11 de noviembre de 1993, en un procedimiento policial en el sur de la ciudad.
Pablo tenía 19 años y se trasladaba en su automóvil -un Renault 4- junto a una amiga y un matrimonio con un bebé. Fue interceptado por el móvil de seguridad en un lugar oscuro, donde efectivos comenzaron a insultarlo y le pidieron que se detenga.
Según quedó acreditado en el juicio oral y público, el personal de seguridad no se identificó correctamente. Los acompañantes de Pablo testimoniaron además que desde el interior del coche no era posible distinguir que se trataba de policías.
Asustado, el joven aceleró y los policías dispararon contra el vehículo. Pablo recibió un balazo en la nuca que le provocó una herida gravísima, y murió después de tres días de permanecer en coma.
En el juicio desarrollado en la Cámara Primera del Crimen de Río Cuarto el agente Walter Criado fue encontrado culpable de los delitos de homicidio simple y abuso de armas reiterado en tres hechos (el número de disparos), en concurso real. Bajo esos cargos, lo condenó a ocho años y seis meses de prisión. El oficial que comandaba la comisión policial, Gustavo Bergese, solo fue sancionado por abuso de autoridad.
Por otra parte, el tribunal condenó a los policías y solidariamente al Estado provincial a pagar una indemnización de 104.200 pesos a los padres del muchacho baleado. Y para sus acompañantes, Andrea Debandi, Celia de Raya y Claudio Raya, fijó una indemnización por daño moral de 15.000, 10.000 y 4.000 pesos respectivamente.
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