«No podemos vivir tranquilos, si uno deja el auto afuera corre riesgo de encontrar vidrios rotos porque los niños viven con las gomeras a cuesta y no respetan nada…»
Maria Macarena Poncio, vecina de barrio Alberdi
Nota enviada a telediario24horas@yahoo.com.ar
Me dirijo a ustedes en calidad de representante de un grupo de vecinos de la calle Malabia al 1000 de barrio alberdi.
Mi nombre es Maria Macarena Poncio, tengo 30 años y hace 6, casi 7 que vivo aquí. En esta cuadra tenemos un gran problema, Los vecinos. No podemos vivir tranquilos, si uno deja el auto afuera corre riesgo de encontrar vidrios rotos porque los niños viven con las gomeras a cuesta y no respetan nada, ni los autos, ni los vidrios de las casas, nada de nada. Pero lo peor no son los niños, porque al fin y al cabo solo eso son niños. El problema son los padres, que mientras los chicos destruyen lo que uno con trabajo se gana ellos los miran y se ríen, nunca les dicen una palabra y mucho menos piden perdón siquiera cuando pasa algo. A mí personalmente me rompieron el parabrisas del auto y 2 veces la luneta, ya llevo gastado más de $4000 pesos en vidrios del auto y nadie de ellos se hizo cargo, ni siquiera en venir a dar la cara. De mas esta contar que en esta zona no se duerme la siesta ni se puede dormir temprano ningún día de la semana, porque en este barrio los vecinos son muy generosos, comparten la música con todo el mundo, y no importa que sean las 3 de la tarde o las 2 de la mañana, como ellos no trabajan nada importa, no se cansan.
Ya se ha llamado a la policía, se han hecho denuncias, en la fiscalía por daños y también por las molestias que sufrimos TODOS los días, pero nadie se hace cargo de nada y estamos cansados. Ahora estoy sin voz porque me estaban apedreando la casa y salí (no sin antes llamar a la policía) y no me fui a las manos ni paso a mayores porque me pude contener y solo quedo en gritos el problema. A la policía? todavía la estamos esperando, luego de una hora de haber llamado ni siquiera vinieron a ver que era lo que pasaba. Queremos tranquilidad, solo eso. Y estamos muy cansados, en cualquier momento todo esto se va a ir de las manos y vamos a tener que lamentar cosas peores. Perdón por dirigirme a ustedes pero ya se me agotaron las opciones, no sabemos a quién pedir ayuda.
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