La beba cumplió un año y la familia Gaich, que la encontró en la puerta de su casa, dice que «fue un milagro haberla conocido».
Se cumplió un año del nacimiento de Sol, y también de aquel día en que la familia Gaich encontrara a la beba en la puerta de su casa, adentro de una caja de zapatos.
Hoy el grupo familiar coincide en que haberla conocido «fue un milagro que les cambió la vida», y en que Analía, la mamá biológica «se convirtió en una verdadera madraza».
En la actualidad, la familia Gaich acompaña a la familia de Analía, la mamá de la beba, en el crecimiento de la pequeña Sol.
El festejo del primer cumpleaños de Sol, se llevó a cabo en el Hospital, donde a la beba se le practican una serie de estudios preliminares a una intervención que se le practicará en Córdoba.
Hace un año
La familia Gaich fue sorprendida en la mañana cuando les tocaron la puerta, alrededor de las siete y media. Norberto Gaich acudió al llamado, alarmado por los ladridos poco usuales de sus perras, y al abrir, encontró a la pequeña beba de apenas dos ó tres días adentro de una caja de zapatos.
“Estaba envuelta a su vez en una campera, que tenía la identificación de un colegio”, dijo.
Entró la beba a su domicilio y corrió a llamar a su esposa, María Belén Belloti, enfermera de profesión quien, sorprendida y emocionada le prestó la primera asistencia. “Se la veía bien, en buen estado, no lloraba, solo bostezaba”, dijeron.
“Es hermosa, cuando la ví parecía un sol de mañana, brillante, por eso le pusimos Solcito”.
A los días, La Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) decidió darle a Analía Rueda, la mamá biológica de Sol, la tenencia de la pequeña, porque se mostró arrepentida e interesada por la evolución de la salud de su hija.