Es en reclamo de medidas de seguridad. Jure manifestó en conferencia de prensa que «el encuentro fue muy positivo», aunque resaltó que «la responsabilidad de la seguridad es de la Provincia».
Remiseros volvieron a marchar esta mañana por las calles de la ciudad en reclamo por mayor seguridad, tras el crimen de Rubén Cabral, ocurrido el pasado sábado.
Inicialmente fueron al edificio del Centro Cívico provincial, donde fueron recibidos por Juan Manuel Llamosas, con quien pudieron dialogar sobre la aplicación del botón antipánico.
Luego, se trasladaron hacia el Palacio de Mójica para reunirse con el intendente Juan Jure. Otra columna de vehículos se trasladó al Concejo Deliberante, donde concluiría la jornada de protestas.
El intendente manifestó en conferencia de prensa que «el encuentro fue muy positivo», aunque resaltó que «la responsabilidad de la seguridad es de la Provincia».
«La idea y el compromiso de todos es trabajar para que estas situaciones no se repitan», indicó.
Jure admitió que le «sorprendió» la protesta del fin de semana, que incluyó cortes de calles y puente, y reconoció que la medida «generó muchas dificultades en la ciudad»
«Nos pareció que no debíamos intervenir para que pudieran manifestarse, aunque el EDECOM estuvo controlando dentro de lo posible. Creo que lo mejor es trabajar en forma conjunta», aseveró.
Caos de tránsito
Desde el pasado fin de semana, los trabajadores del volante mantienen un plan de lucha para exigir mayores medidas de seguridad y un programa integral, que incluya aportes del Estado para la adquisición de mecanismos preventivos.
El homicidio de Cabral generó un profundo dolor y malestar entre los remiseros y taxistas, quienes cortaron el tránsito vehicular en calles y puentes, lo que generó el sábado y domingo un caos de tránsito.
«Todos los fines de semana hay robos y asaltos con choferes apuñalados y heridos. Ahora sale todo a la luz porque hay un muerto, pero el problema tiene mucho tiempo», dijo uno de los remiseros en diálogo con FM Gospel.
Los afectados señalan que «se relajaron los controles de la Policía y ahora es necesario un compromiso formal».
«De noche, la ciudad es tierra nadie y estamos cansados de esta situación», expresó otro de los damnificados.