Los sanatorios privados

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Apuntes sobre la historia de la medicina en Río Cuarto, a cargo del historiador Walter Bonetto.

A través de  la historia de  la medicina  de nuestro país  podemos comprobar  que en épocas pasadas el problema de la salud  contaba con grandes deficiencias y no siempre los gobiernos se hacían cargo de la misma. Uno de los grandes males  era la carencia de médicos y sumado a esto, la absoluta falta de lugares adecuados para la asistencia a los enfermos. Todo este conjunto creaba un panorama bastante  preocupante que costaba mucho organizarlo  para lograr  el desarrollo sanitario  de las ciudades y pueblos.

En el caso de poblaciones en formación, ubicadas lejos de los principales centros urbanos, el panorama se presentaba peor aún y condicionaba  la vida a situaciones muy complicadas cuando había enfermos en la familia o en épocas de epidemias. Por aquellos días lograr que el médico  atendiera a un paciente no siempre era fácil de lograr; se veía al médico como el gran salvador  a quien generalmente había que traerlo de mucha distancia y no era tan sencillo que siempre el enfermo pudiera ser revisado por un facultativo  y este problema se agravaba en las zonas rurales.

Con la apertura  en la ciudad de Río Cuarto en el año 1877 del “Hospital de Caridad”, lo cual fue un gran logro,    la salud tomó un impulso interesante, pero de todos modos a pesar del esfuerzo de los facultativos  y el personal auxiliar de la medicina que ahí trabajaban,  este establecimiento resultó insuficiente para cubrir la necesidades de salud  de una población de  8000 habitantes,  más   los pacientes que venían de poblaciones vecinas que también estaban carentes de médicos.

Ante este panorama  se comienza a desarrollar la medicina privada, algunos facultativos habían puesto sus consultorios en la ciudad pero hasta alcanzar las primeras década del siglo XX ninguno se mantuvo de manera permanente,  y se carecía de lugares de internación  para dar debida atención   al tratamiento de muchos  enfermos. Recién a partir del año 1895 existen antecedentes que el doctor Eulogio Fernández  establece una “Casa de Sanidad”,  considerado como el primer centro asistencial privado de Río Cuarto, el cual atendía durante las 24 horas del día. Aunque esta primer “clínica” funcionó  un breve tiempo dado un accidente que sufrió el profesional a cargo.

Posteriormente, y según un trabajo realizado por el Dr. Américo J. Frigerio  “Sanatorios Riocuartenses” (año 1999 – páginas 14 y 15) brinda la información de un sanatorio abierto en 1913: “…Sanatorio Rosario, médico director, Dr. Miguel A. Llanos ofrece, asistencia médica, pensionado y electricidad médica…”

Posteriormente se instala en la ciudad en el año 1914 el “Sanatorio Policlínico” a cargo del Dr.  Fernando Ferrer  quien además de tener consultorios realizaba internaciones y este establecimiento funcionó en la esquina de las calles  Cabrera y Sadi Carnot. También en este mismo año abre  el Sanatorio Italiano.

Estos sanatorios o “casas de salud”, como se las llamaba en aquellos años,  daban posibilidades de atención a sus pacientes casi nunca vista en Río Cuarto,  dado que cuando el enfermo  debía ser internado, ofrecían  una habitación  adecuada para tales circunstancias, lo que sí que la internación en estos establecimientos no estaba al alcance de personas de bajos recursos, pero indudablemente contribuyeron que la medicina se fuera especializando en brindar una atención más completa  a cierta franja de la sociedad. Lo que se puede observar conforme a los anuncios de los periódicos de la época ,  que en estos sanatorios los médicos determinados días de la semana  atendían  a personas pobres de manera gratuita, pero no incluía la internación, en el caso que se requiriera de  la misma.

Sostener un sanatorio  o casa de sanidad no era tan simple. Los edificios eran solamente  casonas adaptadas  para los fines de la salud  en donde se distribuían los consultorios y piezas de internación  los que generalmente eran limitados y contaban con capacidad para  cuatro o seis internados.

También en el año 1914 el Dr. Francisco Di Carlo junto al Profesor  de medicina Antonio Tedeschi  (este último venía de Buenos Aires cada quince días y atendía una semana),   abrieron en la ciudad de Río cuarto el “Sanatorio Italiano”,  se encontraba ubicado en una casa adaptada para ese fin en la calle Constitución, esquina Sebastián Vera, donde ahora se encuentra el Colegio Cristo Rey. -También nos cuenta el Dr. Américo J. Frigerio en su obra citada precedentemente-  que  este establecimiento realizaba primeros auxilios,   atención clínica, cirugía, ginecología, partos, y se instala en el mismo el primer equipo de Rayos X en Río Cuarto.

Seguramente la calidad y capacidad de este sanatorio  fue por aquellos años el más importante de la ciudad especialmente en la actividad de cirugía, se deduce en virtud de que los anuncios en el periódico local de los sanatorios antes citado no publicitaban la actividad de  “cirugía” como si lo hacia el Sanatorio Italiano.  Así podemos concluir que fueron estos los “sanatorios pioneros de la ciudad,  que se instalaron  con el objeto de aliviar las necesidades de una población  que requería atención sanitaria. La vida de los mismos en general fue efímera, pero en definitiva abrieron paso  para que con el correr de los años se abrieran otros establecimientos que terminaran describiendo una constante trayectoria en beneficio de la salud de los riocuartenses.

 

Walter Bonetto
Web:
https://walterbonettoescritor.blogspot.com
E-mail: walterbonettoescritor@gmail.com

 

Fuentes consultadas:
“Sanatorios Riocuartenses” Dr.  Américo J. Frigerio. Abril 1999.
“Las Fechas del Imperio”  Walter Bonetto  -Ideas Graficas año 2006-

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