Para Simes, deben ser «tratados con cautela» y consideró que «superan la línea de lo meramente educativo». «Creemos que ha sido un error entregar estos libros, sin haberlos controlado en tiempo y forma», opinó.
Los polémicos manuales escolares con escenas de sexo y violencia llegaron a algunas escuelas de la ciudad, aunque no fueron distribuidos entre los alumnos, según señaló a Telediario Juan Simes, secretario general de la UEPC Río Cuarto.
Simes destacó que «la educación sexual está dentro de la currícula, pero se debería tener en cuenta cómo se enseña».
«Creemos que ha sido un error entregar estos libros, sin haberlos controlado en tiempo y forma. Nuestra posición es que se debería tener la precaución de capacitar a las autoridades de las escuelas para evaluar si son convenientes ó no», opinó.
Simes dijo que «se analizar su estudio porque hay chicos y jóvenes que se pueden sentir ofendidos»
«Tenemos información de que han llegado los manuales a algunas escuelas de la ciudad y también sabemos que hay cautela para no presentarlos a la comunidad educativa», expresó.
El sindicalista argumentó que «se pasó una línea» y resaltó que «causan mucho impacto las fotos y algunos detalles muy expresivos»
«Hay que tener resguardo y cuidado porque estamos educando. Si llegan este tipo de libros, nos causan temor sobre su uso», aseveró.
Contradiscurso
El ministro de Educación de la Provincia, Walter Grahovac, consideró un “contradiscurso” con la propuesta educativa los libros eróticos enviados por la cartera nacional.
En diálogo con la radio Cadena 3 , Grahovac dijo que la biblioteca “que tiene otros libros extraordinarios, ha llegado aparentemente a un grupo reducido de escuelas”.
El funcionario dijo que desconocía el número de escuelas a las que llegaron esos textos, porque la Nación hizo el envío directo a cada institución.
“La biblioteca que se envía es magnífica, pero hay textos que generan un ruido innecesario en la escuela y no es conveniente que estén porque es contradiscursivo con lo que la escuela viene trabajando”, dijo Grahovac.
El ministro dijo que introducir este material en las escuelas “produce un debate que no es bueno que lo deban resolver los directores”. “Porque el objetivo no era discutir la educación sexual, sino el género del cómic”, apuntó.
“La escuela no tiene por qué reproducir lo malo que pasa en la sociedad, sino tiene que tratar de ofrecer oportunidades desde una perspectiva del conocimiento “, agregó.
“La escuela no tiene que desdibujar los límites”, dijo Grahovac, quien confirmó que se comunicó con el ministro de Educación de la Nación.
“Cuando hablé me dijo que habían enviado una bajísima cantidad de bibliotecas. Desde entonces no se volvieron a enviar libros”, finalizó.