El boxeador chubutense derrotó por nocaut técnico al japonés Hiroyuki Hisataka, en el décimo round, y retuvo por octava vez la corona de los supermoscas de la Organización Mundial de Boxeo.
El combate, desarrollado en el gimnasio Municipal número 1 de Trelew, favoreció ampliamente al púgil local, que se presentó por cuarta vez en su ciudad de origen.
El chubutense fue dominador del pleito de principio a fin. Tomó el centro del ring y conectó las mejores combinaciones de golpes con una eficacia sorprendente, aunque las manos del `Huracán`, alentado por su público, no lograron conmover al púgil asiático.
Hisataka, que perdió anoche una cuarta chance para alcanzar un título mundial, mostró una ofensiva carente de consistencia y fue cansándose a medida que transcurría la pelea.
Por eso, a partir del sexto capítulo, el argentino intensificó el castigo y quedó, en diferentes ocasiones, en condiciones de asestar el golpe de nocaut que hubiera anticipado la definición.
Sin embargo, cuando transcurría un minuto 26 segundos del décimo round y la diferencia era notoria, el árbitro colombiano Julio César Alvarado decretó la suspensión del combate, que derivó en la consabida victoria del chubutense, a esa altura amo y señor del cuadrilátero.